TURBIDEZ DEL AGUA

Sin rastro del pescador desaparecido en O Barco

La coordinación de la búsqueda generó críticas entre los equipos

La cuarta jornada de búsqueda del pescador barquense José Manuel González Rodríguez, de 60 años, finalizó igual que empezó: sin el más mínimo indicio de su localización. Por segundo día, los perros de la unidad de la Guardia Civil denominada Gebuf (Guías Especialistas en Búsquedas en Fluídos) acompañaron a los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) en el rastreo de las aguas del río Sil.

El reto que afrontan los equipos de búsqueda es difícil. Al tamo de 7.8 kilómetros del río Sil que deben rastrear se suma la turbidez del agua. Los buceadores apenas ven más allá de un metro cuando se sumergen en pozas que superan los ocho metros de profundidad. Los problemas de la búsqueda en las orillas vienen dados por la gran cantidad de vegetación, que complica cualquier movimiento de quienes integran los equipos.

José Manuel González falta de su domicilio desde las 6.30 horas del 29, aunque su desaparición no fue denunciada hasta las 2.30 horas del día siguiente. Su coche fue localizado en una senda, a escasos 50 metros del Paseo do Malecón, cerca del punto del río de donde fue recuperada la caña.

La búsqueda no está exenta de polémica. Sobre todo, después de que el alcalde de Petín, Miguel Bautista Carballo, se negase a ceder la zodiac del Concello a Protección Civil de O Barco, que había roto la suya. El regidor justificó su decisión en que la lancha municipal carece de motor y solo permite que la usen voluntarios de Petín.

En O Barco, la participación de trabajadores del GES en la difusión de un vídeo promocional del reciclaje de basura, en lugar de apoyar en la búsqueda también creó polémica. El alcalde, Alfredo García Rodríguez, explicó que su presencia fue programada con anterioridad, "si no tenían un servicio que hacer".

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