Los trabajos de construcción de la perrera comarcal finalizaron el pasado mes de septiembre. Desde entonces, permanece cerrada, a la espera de que la Diputación Provincial asuma su gestión. Ayer, el Concello de A Rúa, donde fue construida, recibió la obra de la empresa que la levantó, y su alcalde pretende que abra sus puertas a la mayor brevedad posible.
'Cada día hay más perros abandonados. Es muy necesaria', dijo el alcalde de A Rúa, Avelino García Ferradal. El regidor prevé un agravamiento del problema al finalizar la temporada de caza menor que comenzó el fin de semana pasado y que rematará a principios de enero de 2014. 'Sería bueno tenerla lista antes de fin de año, al finalizar la caza', dijo el regidor.
El problema de los perros abandonados también preocupa en O Barco. Aquí, la Concellaría de Medio Ambiente, Sanidade e Educación está a la espera de que la Diputación asuma la gestión de la perrera comarcal para acordar su más que posible incorporación al servicio comarcal. En la actualidad, la empresa contratada para recoger los animales de la calle seguirá ocupándose provisionálmente de esta tarea, a pesar de haber vencido su contrato. En todo caso, el concejal Aurentino Alonso explica que su departamento no atendió a demasiados perros de caza abandonados. 'A maioría dos perros que recollemos non teñen microchip, son abandoados', dijo.
La perrera costó 198.214 euros, que aportaron la Consellería do Medio Rural y la Diputación.
El problema de los perros abandonados también preocupa en O Barco. Aquí, la Concellaría de Medio Ambiente, Sanidade e Educación está a la espera de que la Diputación asuma la gestión de la perrera comarcal para acordar su más que posible incorporación al servicio comarcal. En la actualidad, la empresa contratada para recoger los animales de la calle seguirá ocupándose provisionálmente de esta tarea, a pesar de haber vencido su contrato. En todo caso, el concejal Aurentino Alonso explica que su departamento no atendió a demasiados perros de caza abandonados. 'A maioría dos perros que recollemos non teñen microchip, son abandoados', dijo.
La perrera costó 198.214 euros, que aportaron la Consellería do Medio Rural y la Diputación.
