Los romanos dejaron un importante patrimonio minero en Valdeorras que permanece desconocido.
El arqueólogo José Fernández Pérez afirma que la que la extracción del oro provocó fuertes transformaciones en el territorio de Vilamartín, creando enormes hondonadas con los movimientos de tierra de las explotaciones. 'Isto é máis importante que Montefurado, é enorme. En Valdeorras hai máis de 40 castros, sin contar os xacementos romanos', dijo. Estas explicaciones se las ofreció a la veintena de personas que le acompañó en su visita a los yacimientos romanos y a los petroglifos de Córgomo, en un viaje que organizó el Instituto de Estudios Valdeorreses, que preside Aurelio Blanco Trincado.
José Fernández situó la extracción de oro por los romanos en un periodo de 170 años, que comienza en el 10 antes de Cristo. Relacionó con la gran cantidad de galerías perforadas el origen tradicionales covas de Vilamartín, que recientemente obligaron al Concello a redactar unas normas urbanísticas especiales, siguiendo las instrucciones de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. 'As galerías poden ser a orixe das covas. Os veciños gardaban o viño nelas', explicó.
PETROGLIFOS
Los excursionistas también conocieron la historia de los petroglifos de la Edad del Bronce de Córgomo (Vilamartín), que el propio José Fernández descubrió en 1982. A escasa distancia del lugar hay más, pero no pueden verse. 'Están tapados', lamentó el guía. Localizados en Valdegodos, como indica una señal, no pueden visitarse por estar cubiertos por la maleza.
La limpieza del lugar donde el arqueólogo del IEV localizó los petroglifos de Córgomo hace más de 30 años, unas labores que hace algo más de un año realizó el Concello de Vilamartín que gobernaba el socialista Enrique Álvarez Baurreiro, facilitó la clase de ayer.
José Fernández explicó que la Xunta catalogó siete estaciones rupestres en Valdeorras y expuso que los petroglifos tienen figuras de laberintos y círculos, entre otras formas. Añadió que las grandes rocas en las que fueron también se usaron en la Edad Media para construir iglesias y que pueden encontrarse en la de Arcos.
José Fernández situó la extracción de oro por los romanos en un periodo de 170 años, que comienza en el 10 antes de Cristo. Relacionó con la gran cantidad de galerías perforadas el origen tradicionales covas de Vilamartín, que recientemente obligaron al Concello a redactar unas normas urbanísticas especiales, siguiendo las instrucciones de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. 'As galerías poden ser a orixe das covas. Os veciños gardaban o viño nelas', explicó.
PETROGLIFOS
Los excursionistas también conocieron la historia de los petroglifos de la Edad del Bronce de Córgomo (Vilamartín), que el propio José Fernández descubrió en 1982. A escasa distancia del lugar hay más, pero no pueden verse. 'Están tapados', lamentó el guía. Localizados en Valdegodos, como indica una señal, no pueden visitarse por estar cubiertos por la maleza.
La limpieza del lugar donde el arqueólogo del IEV localizó los petroglifos de Córgomo hace más de 30 años, unas labores que hace algo más de un año realizó el Concello de Vilamartín que gobernaba el socialista Enrique Álvarez Baurreiro, facilitó la clase de ayer.
José Fernández explicó que la Xunta catalogó siete estaciones rupestres en Valdeorras y expuso que los petroglifos tienen figuras de laberintos y círculos, entre otras formas. Añadió que las grandes rocas en las que fueron también se usaron en la Edad Media para construir iglesias y que pueden encontrarse en la de Arcos.
