Las palomas se convirtieron en una plaga para los habitantes del entorno de la calle de San Roque y el cruce de la avenida de Manuel Quiroga, en O Barco de Valdeorras. Fuentes vecinales se quejaron ayer de que la proliferacion de estas aves les provocan un sinfín de complicaciones. Entre ellas sobresale la imposibilidad de abrir las ventanas de sus viviendas para que no se cuelen en su interior, en una situación muy molesta, sobre todo en días calurosos como los actuales.
Una vecina de la zona reclamaba la implicación del Concello, asegurando que en varias ocasiones tuvo que echar a escobazos a varias palomas que se le habían colado en su piso al abrir la ventana. Apuntó que también se introducen en casas abandonadas, donde se multiplican.
No es la primera vez que estas aves se convierten en un problema para los barquenses. Si en 2012 el Concello colocaba una jaula en la Casa Consistorial para capturarlas, esta misma medida fue adoptada un lustro después, pero en una casa del entorno de la Praza das Airas y las calles Real y San Roque, la misma que está siendo castigada actualmente.
La concejala de Medio Ambiente, Diana Urdangaray Díez afirmó que avisará a la empresa que intervino las otras veces para que coloque un palomo en el interior de una jaula y así atraer a las hembras, que acaban en un centro de recuperación de aves.
