La colaboración del Concello de O Barco de Valdeorras con Mel de Galicia fructificó en la plantación de 400 castaños en los montes de Alixo, la aldea que sufrió los efectos del gran incendio que en el verano de 2022 arrasó 10.500 hectáreas de los montes de Valdeorras. La plantación, que fue realizada coincidiendo con el Día del Medio Ambiente, busca recuperar unos terrenos en los que ya comienzan a verse otras especies vegetales, como los toxos o los érbedos.
Los trabajos corrieron por cuenta de los alumnos de jardinería del “obradoiro” de empleo Valdeorras Embelece III, apoyados por trabajadores del Concello de O Barco y vecinos del núcleo barquense. Se desarrollaron sobre una extensión de aproximadamente 18.500 metros cuadrados de unos terrenos que ya habían sido preparados en las últimas semanas, una vez que las condiciones meteorológicas, fundamentalmente la lluvia, permitieron su realización.
Los árboles fueron aportados por la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Mel de Galicia para “axudar á reforestar a zona”, según apuntó su presidenta, Ester Ordóñez. Añadió que se pensó en Alixo por la afectación de los incendios y también por la importancia apícola del lugar.
Los colmenares de los montes que ardieron acusaron seriamente la acción de las llamas del gran incendio de 2022 y no sólo por los daños, también porque muchos debieron ser trasladados a otros puntos en busca de alimento para las abejas. “Notouse moito na producción de mel”, comentó Ordóñez.
Al lugar también acudió el alcalde, Alfredo García, que fue acompañado por la concejala de Medio Ambiente, Diana Urdangaray. El regidor resaltó la importancia de las casi dos hectáreas reforestadas en unos terrenos que “son un lujo. La tierra es buenísima”, apuntó. Seguidamente, añadió que hace décadas, este lugar fue aprovechado para cultivar centeno o patatas, entre otros productos.
