El Concello de Vilamartín pretende sacar a concurso el servicio del albergue municipal. Construido hace más de una década, en los primeros años acogió varios campamentos juveniles de la Xunta. Pero esas visitas acabaron hace tiempo. En la actualidad, apenas acoge algún que otro peregrino, que utiliza sus instalaciones para recuperarse de la dureza del Camino de Invierno. Esta infrautilización preocupa al alcalde socialista, Enrique Álvarez Barreiro, quien pretende aprovecharlo mejor.
'En su momento lo gestionó la Xunta, pero dejó de hacerlo. Ahora, se encarga de las instalaciones el concesionario de las piscinas municipales', explicó el regidor.
El Concello construyó el albergue en el área recreativa de O Bañadoiro, sobre la margen derecha del río Sil, en el mismo lugar donde fueron ubicadas las instalaciones deportivas. Aquí están el polideportivo, la piscina o la pista de tenis. También está el gimnasio, cuyas dependencias ocupa la Asociación de Familiares de Disminuidos Psíquicos de Valdeorras 'Asfaval', pero que abandonará cuando abra el centro construido en O Barco. El alcalde también pretende aprovechar este traslado y usar el edificio como un segundo albergue. Este uso permitiría aumentar las 50 plazas y alcanzar las 90, que son las que demandan los promotores de campamentos y viajes de grupos, según explicó el alcalde.
'Ahora no se saca ningún provecho del albergue. Una empresa encontraría muchas posibilidades, está en el centro de la comarca', dijo Enrique Álvarez.
El alcalde pretende añadir un atractivo más al Concello, pues proyecta recuperar uno de los antiguos edificios de Cruz Roja, ubicados a la orilla de la N-120, para usarlo como punto de venta de productos tradicionales de la zona.
El Concello construyó el albergue en el área recreativa de O Bañadoiro, sobre la margen derecha del río Sil, en el mismo lugar donde fueron ubicadas las instalaciones deportivas. Aquí están el polideportivo, la piscina o la pista de tenis. También está el gimnasio, cuyas dependencias ocupa la Asociación de Familiares de Disminuidos Psíquicos de Valdeorras 'Asfaval', pero que abandonará cuando abra el centro construido en O Barco. El alcalde también pretende aprovechar este traslado y usar el edificio como un segundo albergue. Este uso permitiría aumentar las 50 plazas y alcanzar las 90, que son las que demandan los promotores de campamentos y viajes de grupos, según explicó el alcalde.
'Ahora no se saca ningún provecho del albergue. Una empresa encontraría muchas posibilidades, está en el centro de la comarca', dijo Enrique Álvarez.
El alcalde pretende añadir un atractivo más al Concello, pues proyecta recuperar uno de los antiguos edificios de Cruz Roja, ubicados a la orilla de la N-120, para usarlo como punto de venta de productos tradicionales de la zona.
