Libros raros y curiosos sobre Ourense-15 | 1901

El amor de Dª Emilia a Ourense en sus primeros juegos florales

Doña Emilia, a la izquierda, con la reina, Rosita Margena, y las damas de honor de los primeros juegos florales. Salón de sesiones municipal, año 1901.
photo_camera Doña Emilia, a la izquierda, con la reina, Rosita Margena, y las damas de honor de los primeros juegos florales. Salón de sesiones municipal, año 1901.

El 7 de junio de 1901 se celebraban en Ourense los primeros juegos florales de su historia. Unos meses después se publicaba en Madrid un folleto de 40 páginas conteniendo el discurso pronunciado en los Juegos por doña Emilia Pardo Bazán. En él la escritora, muy vinculada a la comarca de O Carballiño, en la que sitúa alguna de sus historias literarias por su marido perteneciente a la familia de los Quiroga, comienza por recordar las dos veces que estuvo en esta ciudad anteriormente: En la inauguración de la estatua dedicada al Padre Feijóo y en el Certamen Literario celebrado en 1876 para celebrar el segundo centenario del nacimiento del sabio ourensano. La oradora sin duda se ganó al público cuando dijo. “Esta provincia despertó mi vocación artística, en ella encontré el escenario y los personajes, el fondo de mis bocetos y cuadros (…) Orense jamás me mostró desvío”. En el pecho llevaba prendida la rosa de oro ganada con una poesía.

Los males de la patria

Para doña Emilia los Juegos Florales suponen una “oposición al centralismo, queriendo que no sea Madrid la Santa Sede intelectual española”. Es un discurso eminentemente reivindicativo de todo aquello que le preocupa. Habla del derecho de la mujer a hablar “de los males de la patria”. Se queja de que estas estén privadas de derechos políticos, pero puedan ser castigadas igual que los hombres . “La patria necesita a la mujer –dice- a pesar de haberla mantenido a larga distancia de la cultura”. Y puesta a opinar marca cuatro problemas en la España que esta viviendo: el de las comunidades religiosas (se declara “católica de arraigado catolicismo”), la crisis social, la crisis parlamentaria y el regionalismo separatista; reflexionando sobre los cuatro, además de sobre el caciquismo, la libertad, la oligarquía, la queja, el pesimismo y varias cuestiones más. Se trata de un discurso en el que doña Emilia manifiesta su opinión, en algún momento tajante sobre temas que le preocupan.

Don Juan Valera calificó el discurso de ”bien pensado, elegante, consolador y optimista“, sugiriendo que en él dijo lo que la ley o la costumbre le vetaban al no dejarla sentarse en el Congreso, el Senado o la Academia como queda claro, según él, cuando dice doña Emilia que la mujer “está privada de derechos políticos. Y Mariano de Cavia lo comenta con un verso bufo: “Como aprieta doña Emilia/como aprieta el Dictador”.

El ejemplar que se conserva en la biblioteca de la Diputación, está dedicado por la autora a don Benito Fernández Alonso “de su amiga”.

(Fondo Biblioteca Diputación)

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