Ana Obregón, la más temida en los hoteles

Hay lugares en los que temen la llegada de Ana Obregón. Su actitud altiva y sus ínfulas de estrella de Hollywood la hacen un pelín insoportable para ciertos camareros que tienen que aguantar estoicamente las exigencias de la actriz. Este es el caso de los atentos empleados del emblemático Hotel Emperador situado en la Gran Vía madrileña.
Me cuentan algunos afectados por el ‘síndrome Obregón’ que Ana frecuentaba mucho este hotel a primerisima hora de la mañana, la cafetería aún no se había abierto al público pero ella exigía con prepotencia que la atendiesen por ser quien es. Ese trato antipático y dictador dista mucho de la imagen simpática y alocada que la presentadora proyecta en sus entrevistas televisivas. ¿Será que cuándo no hay una cámara delante sale el auténtico yo?, tal vez, eso sea lo que le ocurra a la sin par Ana Obregón. En ese sentido dista mucho de la naturalidad que desprende Alaska, otra asidua del Emperador. Ella sí que sabe ser una estrella, es algo innato, no necesita esfuerzos antinaturales.

Y la que se está esforzando por mejorar es Estibaliz Pereira, la Miss España recién elegida en Cancún ya viaja rumbo a Bahamas donde pasará tres semanas antes de la elección de Miss Universo el próximo 23 de agosto. La coruñesa aprende rápido. Es la tercera entrevista que le hago en una semana y se podría decir que evoluciona favorablemente en el arte de la respuesta. Si bien es cierto que me sigue pareciendo un tanto ‘redicha’ y amante de las frases hechas y tópicas, Estibaliz es temeraria, es decir no tiene miedos, lo dice y yo la creo.

Está dispuesta a comerse el mundo trabajando, (este parece ser su verbo favorito), reconoce que le gusta el fútbol pero no los futbolistas. A día sigue manteniendo a su novio pero apenas quiere hablar de él; para una Miss el año de reinado es una prueba de fuego en su relación, no sé si esta la superará, al tiempo.

Estibaliz está encantada con su nueva vida, es normal porque un mundo de posibilidades se le abre a partir de ahora; dice que cuando se ve en las revistas no se reconoce, le parece mentira que sea ella la que ostente la Corona de Miss España. Yo la veo un poco obsesionada con eso de la ‘discreción’, mide sus palabras y no entra en bromas con los periodistas.

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