Una preciosa y simpática fotografía para el álbum fotográfico ourensano.
Lo habitual es imaginarse a nuestros antepasados como personajes envueltos en un halo de seriedad, circunspectos es la palabra que mejor los definiría. El caso es que como siempre, las generalizaciones suelen conducir a error, los abuelos, bisabuelos, tatarabuelos también fueron niños, y también les gustaba echar unas risas y pasárselo bien; cierto es que en público mostraban una mayor rigidez en su comportamiento, pero era únicamente fachada.
Bueno, realmente sería más complejo explicar las normas y modos de comportamiento de aquellos años, y la fotografía de hoy no merece excesiva seriedad, sino unas generosas risas.
En 1908 como indica la trasera de la foto, Don Eligio, Don José, Don Cesar, y el que podría ser el padre de don Julio Rivera (propietario de la fotografía), se fueron al estudio de José Pacheco para hacerse una fotografía de recuerdo, lo que ya no sé es si su intención era tener esta imagen cómica, o si fue al encontrarse estos entrañables juguetes que tenía Pacheco de atrezzo, cuando se les ocurrió posar con ellos. Sea como fuera nos han dejado una preciosa y simpática fotografía para el álbum fotográfico ourensano.
