A pesar de que este verano las temperaturas están acompañando durante los meses de vacaciones, lo que ha provocado una mayor afluencia de gente a las playas, lo cierto es que la impresión general que ofrece Cesantes es que cada vez viene menos gente a esta playa de las Rías Baixas.
Verónica Rivas afirma llevar ya muchos años trabajando en el chiringuito a pie de playa, por lo que se va haciendo una idea de cómo era el ambiente antes y cómo se está apagando un poco ahora.
'La zona es muy bonita y muy familiar, pero cuenta con bastantes deficiencias. El aparcamiento es bastante malo porque no hay demasiados sitios. El acceso es pésimo, las carreteras no están acondicionadas para recibir una afluencia grande de vehículos. Además, los baños y el camping están cerrados, por lo que de momento no se cuentan con esos servicios, que yo creo que son importantes. Si a eso le sumas que por los alrededores hay playas mejores, pues la gente prefiere desplazarse'.
También considera que el cuidado de la playa debería ser más concienzudo. 'La verdad es que sólo pasaron la manguera una sola vez en todo el verano, por lo que entre las algas y los restos que trae la marea, esto ofrece a veces un aspecto un poco sucio'.
A pesar de todo, reconoce que la gente de los alrededores se acerca con frecuencia durante todo el verano, gracias a la proximidad con el pueblo. 'Aquí vienen familias enteras, se ven muchos niños pequeños y lo que más consumen son helados y refrescos, desde luego. Además, aparte de una rampa para acceder a la playa, las duchas también están adaptadas para las personas en silla de ruedas, lo que facilita enormemente el acceso de los minusválidos'.
'La zona es muy bonita y muy familiar, pero cuenta con bastantes deficiencias. El aparcamiento es bastante malo porque no hay demasiados sitios. El acceso es pésimo, las carreteras no están acondicionadas para recibir una afluencia grande de vehículos. Además, los baños y el camping están cerrados, por lo que de momento no se cuentan con esos servicios, que yo creo que son importantes. Si a eso le sumas que por los alrededores hay playas mejores, pues la gente prefiere desplazarse'.
También considera que el cuidado de la playa debería ser más concienzudo. 'La verdad es que sólo pasaron la manguera una sola vez en todo el verano, por lo que entre las algas y los restos que trae la marea, esto ofrece a veces un aspecto un poco sucio'.
A pesar de todo, reconoce que la gente de los alrededores se acerca con frecuencia durante todo el verano, gracias a la proximidad con el pueblo. 'Aquí vienen familias enteras, se ven muchos niños pequeños y lo que más consumen son helados y refrescos, desde luego. Además, aparte de una rampa para acceder a la playa, las duchas también están adaptadas para las personas en silla de ruedas, lo que facilita enormemente el acceso de los minusválidos'.
