El festival propone "Paisaje" y "Patrimonio", con actividades repartidas entre Lugo y Ourense
No todos los festivales son iguales, pero está claro que el 17º Ribeira Sacra no se parece a ninguno. En su programación hay, además de música, localizaciones de lujo y mucha gastronomía repartidas en "17º Paisaje" y "17º Patrimonio". En palabras del propio director, Carlos Montilla, el Ribeira Sacra es para gente "atrevida", con interés en descubrir otro tipo de festivales.
Durante la tarde de ayer, un concierto sorpresa en el catamarán supuso el arranque oficial de esta segunda edición del proyecto. Los invitados, además de ambientación musical, pudieron disfrutar de las vistas del Cañón del Sil. En el evento de inauguración estuvieron presentes personalidades como Román Rodríguez, conselleiro de Cultura; Darío Campos, presidente de la Deputación de Lugo; o Jacobo Sutil, director de la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic). El conselleiro quiso destacar el gran apoyo que supone el Ribeira Sacra a la candidatura de este lugar a Patrimonio Mundial de la Unesco, ya que favorece la promoción nacional e internacional de un espacio "único". Además, Rodríguez señaló la singularidad de este festival, y remarcó la riqueza "patrimonial e paisaxística" del entorno escogido por la organización. La actuación de Gloria y Ghost Beast en el mirador Santiorxo y Morgan y The Harvesters en Sober completaron el programa de la primera jornada.
