El mediático 'Paul' y los monjes de Oseira libraron su 'batalla' particular para conseguir ser referentes de la 'Festa do Pulpo'. Al final, hubo empate.

Comunión con el Císter

Una amplia representación de la comunidad cisterciense del Monasterio de Oseira abandonó por unas horas su retiro espirtitual y se acercó a la villa del Arenteiro para participar en la recepción institucional desarrollada, ayer al mediodía, en el salón de plenos de la Casa do Concello.
El abad mitrado, Juan Javier Martín, recordó al monje alemán San Famiano, uno de los fundadores del cenobio en el siglo XII y aseguró que la relación de Oseira con las Rías Baixas y Carballiño 'es un punto de acercamiento y colaboración entre todos los que integramos esta comarca'. La presencia de los monjes sirvió para despejar dudas sobre la permisividad de la Orden del Císter para dejar rezos y labores cotidianas y acercarse al mundo exterior.

Así, y de esta forma tan sencilla, como son ellos, el padre Martín y sus compañeros, logaron aminorar el impacto mediático del pulpo 'Paul' y también se convirtieron en protagonistas de un evento que, precisamente estaba dedicado a ellos.

El cefalópodo del acuario 'Sea Life', cuya visita no fue posible, corona, desde la noche del pasado sábado, un obelisco instalado en la Praza do Emigrante de la villa carballiñesa por Nemesio Hermida, un empresario local del sector del poliéster. Pero desde hace 150 años, el escudo de Oseira (un pino y dos osos) también fue reconocido como emblema oficial del Concello de Carballiño.

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