Los vecinos y visitantes disfrutaron de numerosos espectáculos en las calles, sesiones de fuego y combates antiguos
Cortegada celebró ayer su gran día de la Feira de Artesanía e do Porco Celta, que ya ha cumplido siete años, y que en esta ocasión se amplió también al sábado, al mismo tiempo que se incorporaron novedades como espectáculos medievales y numerosas atracciones durante las dos jornadas.
A las 11,00 horas de ayer, abrían al público los 25 puestos de artesanía, ofreciendo variados productos. También actuaron las Pandereteiras de Forrollo (Cartelle), un jigante malabarista y hubo paseo en carruaje, además de la presencia de la Bruxa, siempre rodeada del público infantil.
Fueron precisamente los niños de Cortegada quienes ofrecieron a los espectadores un baile medieval poco después del mediodía, dando paso a la tradicional comida, cuyo plato principal fue el porco celta, acompañado de arroz y vino del Ribeiro. Por la tarde, continuaron los espectáculos en las calles, contando por primera vez con una exhibición de combates medievales a cargo del grupo Hípica Celta de A Cañiza, acabando la feria con una sesión de fuegos de artificio.
