Los ourensanos tenemos nuestra manera de enfrentarnos a los desafíos y hacer frente a esa realidad, a veces testaruda, de que hay deportes que no se juegan con pelota.
nnn El verano es un deporte cansado. En caso de estar en vacaciones, no hacer nada puede ser una actividad tan estresante que lleva irrevocablemente a hacer todavía menos. Además, la televisión contribuye a desistir en tus tentativas de hacer algo productivo, al darte cuenta de que subir como Froome, nadar como Phelps y correr como Bolt solo está a al alcance de Froome, Phelps y Bolt; por ese orden.
Aún así, los ourensanos tenemos nuestra manera de enfrentarnos a los desafíos y hacer frente a esa realidad, a veces testaruda, de que hay deportes que no se juegan con pelota. Una muestra:
Kayak, alternativa acuática
Especialmente dirigido a los motivados que vieron la carrera de Saúl Craviotto y Cristian Toro. El kayak tiene el aliciente de practicarse en el agua. Y eso en Ourense siempre es de agradecer.
No es necesario ir a 'palazo limpio'. A deslomarse. A veces, un paseo por el embalse, surcando cualquier caudal que se preste a ello, es más relajante que un recopilatorio de 'chill out'.
En la provincia, puedes probar suerte en el embalse de Castrelo de Miño. El Club Náutico ofrece embarcación sin cañones y mar sin piratas, para que puedas pasar un rato diferente por el Ribeiro.
Karts, a lo Fernando Alonso
En vez de probar este tipo de heroicidades en la carretera, un circuito de karts ofrece todo tipo de ventajas para emular a un piloto de competición. Las de Godocart, en Monterrrey (Pereiro de Aguiar), por ejemplo. Allí, puedes picarte con tu cuñado, que dice que conduce mejor que tú, sin acabar la carrera arreglando un parte amistoso.
Paintball, no duele
El que no quiera marcar a alguno de sus amigos con una bola de pintura en el espinazo, una de dos, o no los tiene, o miente.
Habitualmente, funciona por equipos decuatro o cinco personas, como mínimo. Se organizan distintos juegos como robar la bandera, proteger a un desarmado o concursos de puntería. Y si alguna vez te los has preguntado: no, no duele. Las opciones más cercanas para practicarlo están en San Cibrao,Laias, Seixalvo y A Zamorana.
Parapente, alas para humanos
Volar es el sueño infantil crónico de la especie humana. En algunos lugares de la provincia, como en Baltar, te dejan experimentar esa sensación tanto con un aparato a motor como con un simple paracaídas. Ya se sabe que las cosas siempre se ven mejor si son en perspectiva.
Un bike park, a dar pedal
La Estación de Montaña de Manzaneda habilita en verano un santuario para los aficionados al BTT. El lugar donde se preparan algunos de los mejores del mundo, como el ourensano Pablo Rodríguez.
Seas Rodríguez o no, el 'bikepark' ofrece siete circuitos diferentes, según las diferentes modalidades: downhill, freeride, enduro o un 'gravity park', entre otras. Los pases van desde los 12 euros, en caso de medio día, hasta los 170 euros, para toda la temporada.
