Alaricanos con acento extremeño, catalán y vasco predominaban entre los puestos del Campo de Vilanova de Allariz, en la celebración de la Festa da Empanada. La gente, sobre todo los que vienen de fuera, se extrañan de que tengamos tanta variedad de empanadas, pero son los primeros en probarlas, aseguraba Pilar Vila, de la panadería Osi, quien añadía que al poder comprarlas por cuartos o mitades, siempre llevan una ración de las tradicionales.
Al son de un grupo de gaiteiros alaricanos y la actuación de la Banda de Música de Celanova, comenzaban los actos centrales de la festividad gastronómica donde, tres establecimientos (Delicias gallegas, Panadería Osi y O Forno do Tomás) repartieron cerca de 2.000 empanadas. Llevamos toda la noche trabajando, coincidían los empleados, y multiplicamos por tres nuestro personal, matizaban desde el puesto de O Forno do Tomás.
Junto al río, bajo la sombra de los pocos árboles de Vilanova, entre los puestos de empanada no faltaban las bicas y almendrados típicos de la villa del Arnoia. É un ritual, non podemos marchar de Allariz, sin probar os amendoados. E volveremos en setembro para a feira do doce, melindre e amendoado, apuntaba una familia de Ourense.
Junto al río, bajo la sombra de los pocos árboles de Vilanova, entre los puestos de empanada no faltaban las bicas y almendrados típicos de la villa del Arnoia. É un ritual, non podemos marchar de Allariz, sin probar os amendoados. E volveremos en setembro para a feira do doce, melindre e amendoado, apuntaba una familia de Ourense.
