Arrancó ayer con música celta y folk y se prolongará hasta el domingo en la costa coruñesa
Superó los 100.000 asistentes en sus últimas ediciones, pasaron más de 30 grupos en una jornada y es considerado de Interés Turístico Nacional.
El Festival de Ortigueria se ha convertido ya en una cita ineludible para muchos gallegos o visitantes procedentes de otras partes de España y del mundo. Desde 1978 es el referente de la música celta en el verano de Galicia El sonido de los acordes del folk de los grupos invitados atrae a oídos de todas las nacionalidades. Los grupos musicales van más allá de las fronteras de Galicia. Bandas de Bretaña, Irlanda o Escocia también figuran dentro del cartel de todas las ediciones.
En la costa de A Coruña, las gaitas comenzaron a sonar en La Alameda a las 8,00 de la tarde. El pistoletazo de salida lo protagonizó la Banda gallega de Gaitas do Ladrido. Con cuatro días de celebración por delante, las expectativas apuntan algo más bajo que las ediciones pasadas con un aforo de 60.000 a 70.000 personas. Alberto Balboa, director del festival desde hace 10 años, apunta que la causa del descenso pudo ser la limitación del acceso a la zona de acampada". "Hace dos años que lo empezamos a controlar porque había demasiado descontrol, baja la asistencia pero nos evitamos problemas. De todos modos con estos visitantes es más que suficiente", explica.
Más de 200 profesionales están detrás de la organización del festival. Ellos son quienes contactan con los grupos internacionales, que apuntó Balboa "es muy difícil de conseguir, sobre todo aquí en Ortigueira por los desplazamientos. Sería más fácil en otra ciudad donde los aeropuertos estuviesen más cerca". Todos los encargados de llenar de folk la costa apuestan por músicos noveles y punteros, característico del festival. "Buscamos por Europa músicos de folk que realmente nos llenen, y probablemente es por eso que tiene tanto éxito", explica el director del festival.
Ortigueira, además de descubrir a nuevos talentos, permite a toda la población beneficiarse de la celebración. Un estudio realizado hace dos años, señalaba exhaustivamente que los negocios de la zona ganaban entre cinco y seis millones de euros en tan solo cuatro días.
Desde hace 31 años, el festival acoge gratuitamente a los visitantes y ofrece una amplia área de acampada libre bajo los pinos al lado de la playa de Morouzos, dotada de todo tipo de servicios y de cuyo mantenimiento y limpieza se ocupa el Ayuntamiento. Además, hay transporte urbanogratuito desde las áreas de estacionamiento hasta los campamentos.
La programación musical se completa con otras propuestas culturales. Durante la jornada, habrá desde exposiciones de fotografía y representaciones teatrales y de marionetas hasta una feria de artesanía en el paseo marítimo, además del tradicional desfile de bandas de gaitas procedentes de todos los territorios celtas.
