VERANO

Ganarse la vida en Samil no es fácil

Las parcelas que acogen los puestos en Samil llevan activas desde 2005,cuando se regularizó la actividad, antes los vendedores se situaban en el paseo de la playa.
photo_camera Las parcelas que acogen los puestos en Samil llevan activas desde 2005,cuando se regularizó la actividad, antes los vendedores se situaban en el paseo de la playa.

La actividad lleva regularizada desde 2005 y este verano está siendo el de menos beneficios en 11 años

nnn  Los puestos de venta de ropa y artículos de playa de Samil llevan desde 2005 organizados en parcelas. Antes los puestos se situaban en el paseo pero el Concello de Vigo y el sindicato Comisiones Obreras decidieron trasladar a los vendedores a la zona del aparcamiento con el objetivo de regularizar esta actividad. Se empezaron a exigir unos requisitos a los comerciantes y, también, a ofrecer unas garantías básicas a personas para las que el comercio ambulante era su única herramienta para ganarse la vida.

A pesar del inmejorable verano en cuanto a meteorología se refieren, los vendedores afirman que es el peor año en cuanto a ventas. Antes, dicen, los portugueses acudían al arenal vigués todos los días de la semana en julio y agosto, pero ahora solo frecuentan la playa los sábados. Aseguran que desde que empezó la crisis cada verano venden menos y que el cambio de ubicación de hace once años también ha afectado. Para la responsable de uno de los puestos "el paseo es el paseo" y cree que en el lugar donde se ubican actualmente "hay gente que no les ve", además, añade, "mucha gente de Vigo" no sabe que están en Samil. 

Cada año los comerciantes deben renovar su licencia entregando la vida laboral, una fotocopia del DNI y el certificado de empadronamiento en la ciudad ante el Concello de Vigo para poder trabajar los doce meses del año. Aunque, reconocen resignados, solo sacan beneficios en julio y agosto. Como cada final de año, los responsables de la venta en las parcelas han entregado la documentación pertinente ante la administración local pero la autorización aún no está en poder de los comerciantes.

Sandra asegura ser una de las vendedoras más antiguas de Samil, llevaba ya varios años vendiendo en la playa cuando los puestos cambiaron de ubicación. Cree que las autorizaciones no llegan porque las autoridades están barajando la posibilidad de requerir más documentación para poder vender en las parcelas. Sandra sospecha que el verano que viene otro de los requerimientos para poder trabajar en Samil sea darse de alta en el registro de autónomos.

Normalmente las licencias las reciben en primavera pero la mayoría de vendedores entienden la demora porque el Concello este último año "está ocupado en resolver los problemas en Bouzas y Coia", que permanecieron clausurados durante diez meses, y comprenden que es “más urgente” porque se han producido incidentes violentos. Aunque la autorización no ha llegado, los puestos siguen siendo legales “porque ya entregaron la documentación en diciembre” y tienen las licencias de todos los años pasados para demostrar que están en regla. Creen que es un simple problema de retraso en los trámites burocráticos y aseguran que la prueba principal de que están dentro de la legalidad es que la Policía pasa frecuentemente delante de las parcelas y nunca ha dicho nada.

Los vendedores resisten cada verano para poder vivir y para mantener una de las actividades económicas y dinamizadoras del mayor arenal vigués. 

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