Miles de personas volvieron a reunirse la pasada medianoche en la Plaza Mayor de Celanova, todos ellos con la mirada puesta en el tradicional globo de papel de San Roque.
El buen tiempo de la noche evitó la tensión de otros años por conocer si podría lanzarse o no (hace dos años, la lluvia impidió su elevación), y todo transcurrió con normalidad. Los numerosos espectadores siguieron con atención al artefacto en su viaje por el cielo de la localidad y hoy, como cada año, en las conversaciones de los celanoveses habrá un tema recurrente: conocer el lugar en el que cayó el aerostato de papel. La villa revivió así la tradición que, según los libros de actas del Concello, se remonta ya a 1845 aunque desde entonces se desarrolló con diferente regularidad. Desde el año 1987, el globo celanovés es elaborado por la familia Pita de Betanzos, localidad que también tiene muy arraigada esta tradición (lanzó el primero en 1814 y desde 1875 lo hace cada 16 de agosto), y que sigue confeccionando de modo artesanal.
Tras el lanzamiento del globo, los celanoveses y visitantes continuaron disfrutando con la verbena a ritmo de las orquestas Laberinto y Suavecito.
El Rey y la Reina volvieron a las calles
Los celanoveses vivieron ayer emocionados una tradición que sólo los mayores del lugar recordaban, ya que la última ocasión en que se había desarrollado fue hace 44 años. Desde las fiestas de San Roque de 1965 no salían por las calles dos tradicionales gigantes, el Rey y la Reina de las fiestas, que ayer sí volvieron a desfilar por Celanova, acompañados de charandas y gárgolas. La tradición fue recuperada en parte en las fiestas del año pasado, cuando las alumnas del taller de manualidades del Colegio Sagrado Corazón de Celanova se ofrecieron voluntarias para restaurar la Reina, que permanecía olvidada en un viejo almacén municipal. Como reto para este año se propusieron elaborar un Rey (el anterior se había perdido) y lo lograron. De hecho, ya desfilaron juntos en la pasada edición de la Romería Raigame. No obstante, el fue el primer desfile en las fiestas de San Roque desde los años 60.
Tras el lanzamiento del globo, los celanoveses y visitantes continuaron disfrutando con la verbena a ritmo de las orquestas Laberinto y Suavecito.
El Rey y la Reina volvieron a las calles
Los celanoveses vivieron ayer emocionados una tradición que sólo los mayores del lugar recordaban, ya que la última ocasión en que se había desarrollado fue hace 44 años. Desde las fiestas de San Roque de 1965 no salían por las calles dos tradicionales gigantes, el Rey y la Reina de las fiestas, que ayer sí volvieron a desfilar por Celanova, acompañados de charandas y gárgolas. La tradición fue recuperada en parte en las fiestas del año pasado, cuando las alumnas del taller de manualidades del Colegio Sagrado Corazón de Celanova se ofrecieron voluntarias para restaurar la Reina, que permanecía olvidada en un viejo almacén municipal. Como reto para este año se propusieron elaborar un Rey (el anterior se había perdido) y lo lograron. De hecho, ya desfilaron juntos en la pasada edición de la Romería Raigame. No obstante, el fue el primer desfile en las fiestas de San Roque desde los años 60.
