TEATRO

"Había que contar su historia"

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photo_camera Mabel Rivera y Belén Constenla, como Voaxa e Carmín.

Belén Constenla coprotagoniza la obra "Voaxa e Carmín" que se estrena esta noche en el Castillo

No podía ser en otro lugar. Ribadavia tenía que acoger el estreno de la obra "Voaxa e Carmín" (esta noche, a las 23,00 horas), porque, primero, se trata del texto que el pasado año ganó el premio Abrente de la Mostra, cuya autora es Esther F. Carrodeguas y, en segundo lugar, porque sus protagonistas, Mabel Rivera y Belén Constenla, han recibido este año la distinción de honor "Roberto Vidal Bolaño" que la Mostra concede.

"Esta obra es como una fantasía sobre estas dos mujeres, pero muy bien documentada. Parte de la figura que todos conocemos hoy en día, la estatua y es como si cobrara vida haciendo su paseo diario. Está narrada un poco con el lenguaje de máscaras, un poco grotesco, pero poco a poco se va cayendo con las cosas que les van pasando y van saliendo las personas que estaban en la estatua", explica la ourensana Belén Constenla.

"Hemos hablado mucho con la gente que las conoció para hacer este trabajo, entre ellos, el médico que tuvieron durante los últimos años de su vida. Porque de estas dos hermanas se sabe mucho en la calle, pero no como vivían, en una gran pobreza", añade la actriz.

Explica que "era como si en un momento dado hubiesen decidido ponerse una máscara y salir a la calle a defender la honra que les habían querido quitar y usar unos coloridos en una Compostela gris, muy religiosa y con mucha represión".

Estas dos mujeres, Maruxa e Coralia Fandiño, pertenecían a una familia de la CNT y sufrieron la represión porque sus hermanos se habían fugado. "Tenían un concepto muy elevado de sí mismas, no dudaban en denunciar a vecinos y personas que se reían de ellas y creían ser más importantes de lo que eran por tener hermanos que estaban siendo buscados".

"Es una fantasía, no hay que olvidarlo, pero cumple recuperar estas figuras como tantas otras. Fueron  mujeres que se vieron perseguidas por algo que no habían hecho. Hay quien dice que es una historia localista, pero creo que en todas las ciudades ha habido personajes que se colocaron una máscara para sobrevivir a esos tiempos de penuria y miseria". 

La obra, que cuenta con una videocreación, aborda la historia de estas hermanas con estatua en la Alameda de Santiago, y que Constenla define como "entrañables, mujeres frágiles que sufrieron mucho". 

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