FESTA DO ESQUECEMENTO

La historia repite y los romanos vencen otra vez a los castrexos en el Limia

Xinzo de Limia. 21-08-16. Provincia. Festa do esquecemento, paso do río Letes.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera El parque de O Toural vivió un auténtico espectáculo que deleitó a todos los asistentes.

Miles de personas se desplazaron hasta Xinzo de Limia para disfrutar de una fiesta histórica que se consolida año a año

Nada como contar la historia infiltrado en el bando de los vencedores -porque sí, aunque muchas eran las expectativas colocadas sobre el aguerrido bando 'castrexo', poco tuvieron que hacer ante el disciplinado escuadrón romano- para pulsar la superioridad con las que las huestes de Décimo Junio Bruto superaron en el campo de batalla a los cinco pueblos, esta vez todos a una, representantes de la resistencia galaica. 

Duró muchísimo más el tránsito sobre el río Lethes que la batalla campal entre unos y otros. Quizás la notable cuota femenina en los 'castrexos' propició en esta reedición de la histórica batalla el veloz triunfo de los invasores sobre la hierba de O Toural. Antes, la desaparición del centurión había sembrado ciertas dudas sobre la posibilidad de que el río que separaba a los conquistadores de su siguiente victoria después de la lusitana acabase con la memoria de sus integrantes. 

La pequeña isleta -segada para la ocasión- situada en el centro de su cauce le sirvió a su general para llamar uno a uno a sus guerreros, recordando incluso la filiación de muchos de ellos. El primero de los obstáculos, la tan temida pérdida de todo recuerdo si cruzaban, estaba salvado. 

Mientras, considerando el avance de las tropas de Roma, el concilio 'castrexo' decidía en votación acudir o no al campo de batalla. Precisamente una de las disidentes acabaría pagando con su vida, degollada por el rival, la osadía de optar por el entendimiento. 

La cruenta batalla duró minutos. No hubo piedad con los combatientes, pero sí con los supervivientes. El que acabaría siendo condecorado como Décimo Junio Bruto "O galego" envió un claro y nítido mensaje a sus tropas: "Que se respeten la vida y las propiedades de los vencidos", como prueba de respeto al honor mostrado en el combate por los derrotados. 
Hasta aquí la historia, que siempre se repite, desde aquel lejano antes 137 antes de Cristo. Ya en nuestra época, máxima expectación en el entorno de O Toural y de la pasarela, mucho romano inmortalizando el momento con sus móviles y hasta algún 'castrexo' malherido retratando su mala fortuna desde el campo de batalla. Cosas de la técnica. 

El desfile posterior de todos los combatientes por la calles de la localidad puso fin a otra edición más de una fiesta capaz, siempre que el buen tiempo así la respete -como ocurrió en la presente edición-, de convertirse en una cita ya ineludible en Xinzo de Limia.
 

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