Un curso de verano convirtió el patio del colegio Julio Gurriarán de O Barco en un taller de cantería. En el recinto, cien niños con edades de tres a 11 años toman contacto con las mazas, cinceles y gubias, que utilizan para dar forma a sus esculturas de granito y pizarra.
En el colegio, un grupo de las jóvenes cursillistas se esmeraba ayer en dar forma a una cabeza de unicornio. Con los ojos protegidos con gafas, golpeaban la pieza de granito, valiéndose de una maza y un cincel, siempre bajo la atenta dirección de Laura Duben. En esta ocasión, la dureza del material no es un obstáculo. La promotora del curso se encargó de recoger la roca más blanda de una antigua cantera. Unos metros más allá, varios niños de menor edad trabajan con pequeñas piezas de pizarra y alambre.
'El curso pretende que los chicos conozcan la materia prima de Valdeorras', explicó Laura Duben, quien pretende mostrar alternativas al uso como material de construcción, que también conocieron al confeccionar maquetas de casas. De materiales utilizaron granito y pizarra.
Muchos de los alumnos ya conocían las rocas, y en especial la pizarra. Sin embargo, en un primer momento, se mostraron recelosos, según dijo la directora del curso. 'Se sentían inseguros, tenían miedo, pero cuando empezamos, despertaron', dijo.
El taller infantil de escultura en roca fue propuesto por Laura Duben al Concello de O Barco, que lo organizó con la colaboración de la asociación socioeducativa Vagalume. No obstante, su objetivo es más ambicioso, pues pretende trasladar la experiencia a los colegios. En su proyecto, recitió el apoyo del empresario de 'Esculpedra' Enrique Álvarez Barreiro, quien cedió los caros útiles.
'El curso pretende que los chicos conozcan la materia prima de Valdeorras', explicó Laura Duben, quien pretende mostrar alternativas al uso como material de construcción, que también conocieron al confeccionar maquetas de casas. De materiales utilizaron granito y pizarra.
Muchos de los alumnos ya conocían las rocas, y en especial la pizarra. Sin embargo, en un primer momento, se mostraron recelosos, según dijo la directora del curso. 'Se sentían inseguros, tenían miedo, pero cuando empezamos, despertaron', dijo.
El taller infantil de escultura en roca fue propuesto por Laura Duben al Concello de O Barco, que lo organizó con la colaboración de la asociación socioeducativa Vagalume. No obstante, su objetivo es más ambicioso, pues pretende trasladar la experiencia a los colegios. En su proyecto, recitió el apoyo del empresario de 'Esculpedra' Enrique Álvarez Barreiro, quien cedió los caros útiles.
