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La persiana se baja en agosto

Las persianas bajadas de numerosos establecimientos llaman la atención de algún que otro viandante (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Las persianas bajadas de numerosos establecimientos llaman la atención de algún que otro viandante (ÓSCAR PINAL).
La llegada de este mes ha provocado el cierre de numerosos locales por vacaciones. Bares, restaurantes, librerías o fruterías han decidido tomarse unos merecidos días de descanso.

Si alguna persona sale hoy de paseo por Ourense, es muy probable que se encuentre con muchos locales que hayan echado el cierre por vacaciones. La primera quincena de agosto es la más escogida para lograr unos días de desconexión de sus trabajos. Otros han aprovechado las últimas jornadas de julio para irse esta semana completa.

Desde bares a librerías, pasando por peluquerías a fruterías o tintorerías, los establecimientos ourensanos se han ganado un agosto para desconectar. En Peña Trevinca, Café Pacífico se toma con humor sus vacaciones. En la mitad de su persiana se puede leer el cartel: "Nos hemos ido a ver el mar..volvemos el 12 de agosto. Gracias por entendernos y esperarnos!". Frente a él, otro bar ha echado el cierre por unos días. "Teño que buscar outro para ir tomar o café, hai que moverse un pouco máis pero teñen dereito a marchar", comenta Orentino, un cliente que vive en el edificio que acoge el Bar González.

En la cafetería O Mirador, los dueños se han ido hoy para disfrutar de unas merecidas semanas de relax. "Somos unha empresa familar, ímonos todos uns días que son moi necesarios. Somos dous solos todo o ano, todos os días,17 horas, case necesitamos irnos por saúde", explica uno de los dueños.

En una situación parecida se encuentra Tino Pedreira, de Frutas Tino, que desde hoy cierra su pequeña frutería de Emilia Pardo Bazán. "Hai pouca xente e case non se vende en agosto, que xúntase con que pechan bares e restaurantes, polo que hai que aproveitar para pechar e ir descansar uns días", afirma.

Con lo que ha transmitido Tino, una cosa queda clara, los bares y restaurantes en agosto ven una buena época para cerrar. En Valle Inclán llaman la atención las persianas bajadas de dos bares y restaurantes que, con su cierre, dejan la calle sin café. Otros escogen estos parones para hacer algunas reformas que den una nueva cara a sus locales. 

En Cardenal Quevedo, Amelia exprime los últimos días del "Café 1.008" antes que se vayan de descanso el lunes. "É normal que marchen de vacacións, teñen que descansar. Habrá que buscar outro sitio mentres non volvan",  señala a su salida de la cafetería.

Algunas librerías han aprovechado estos días para cerrar y volver con las pilas cargadas para finales de mes, con la vuelta al cole. Carteles de "cerramos el 5 de agosto", se mezclan con otros que recitan "libros de texto curso 2019/20". 

La panadería Migas en Progreso también ha cerrado unos días. "Mentres non abran, compro o pan nalgún sitio que atope aberto, case sempre no supermercado", confirma una vecina.

El verano, además de los cierres estivales, trae cambios en los horarios. Desde cerrar los sábados, a retrasar las aperturas por la tarde, estos son algunos de las diferencias que se aprecian con el resto del año. "Facemos as mesmas horas que no inverno, só que en vez de abrir as cinco da tarde, cando non hai ninguén pola rúa, facémolo as seis, por exemplo", explica Esther, de Conxelados Ouromar en la Avenida de Buenos Aires.

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