O Marisquiño regresó a Vigo dos años después con un ganador local

El rider vigués Saúl Villar se alzó como campeón Junior de BMX en una jornada que estrenó los aforos reducidos y los protocolos sanitarios ante un público que acudió sólo con la entrada

O Marisquiño regresó ayer a Vigo dos años después con una jornada muy diferente al festival de anteriores ediciones. Ni el virus ni las lluvias de las últimas jornadas impidieron ayer que los skaters, ciclistas, baloncestistas o bailarines volvieran a tomar el centro de Vigo, aunque en esta ocasión, solo pudieron presenciar los mejores saltos y acrobacias los asistentes que lograron hacerse con una entrada para los tres espacios en el Náutico, el muelle de transatlánticos y la Praza da Estrela, delimitados por un vallado que impidió la visibilidad desde el exterior.

La única final que se disputó ayer fue la de la categoría Junior de BMX, en la que el ganador fue el rider vigués Saúl Villar. El resto de la programación de este viernes se centró principalmente en talleres para los más pequeños y entrenamientos para que los deportistas que competirán desde hoy en las pruebas del festival de deporte urbano de Vigo que además puntúan para las copas del mundo de skate, BMX, basket 3x3 y break dance. En las gradas, la afluencia de gente no fue muy elevada, lo cual permitió mantener la distancia de seguridad, y la organización ofreció botes de gel desinfectante a todos los asistentes. A pesar de no contar con grandes atractivos, en la jornada de ayer se pudo ver ya a deportistas de primer nivel como el subcampeón olímpico de BMX en Tokyo y triple campeón de O Marisquiño, Daniel Dhers, que estrenó las rampas del festival con sus mejores saltos antes de iniciar hoy las principales competiciones.


“Más que una competición este festival es algo cultural”


El Náutico volvió a llenarse de profesionales y aficionados del deporte urbano, que además de darse cita en los espacios delimitados por el festival, practicaron todo tipo de saltos y acrobacias aprovechando el mobiliario urbano de As Avenidas, una de las zonas más concurridas en Vigo por patinadores y ciclistas de BMX.

Y es que O Marisquiño es mucho más que un simple evento deportivo para sus asistentes, que repiten cada año en este festival que funciona como punto de encuentro para personas que comparten su pasión por el deporte urbano. “Más que una competición esto es algo cultural, donde la gente de todo el mundo viene y se reúne, más que para ganar para encontrarnos”, asegura Miguel Pérez, un colombiano residente en Mallorca que acudió al festival con su amiga francesa Auriane Daries.

Para Jesús Cabaleiro “Calatrava”, un vigués que participará este año en su séptima edición de O Marisquiño, la razón por la que repite es “conocer a mucha gente, skaters profesionales de todo el mundo, es todo muy amigable, mezclas culturas y compartes trucos”. Por su parte, Santiago Redel, que llegó a Vigo desde Albacete destaca “que la ciudad acoja el deporte urbano, que no esté mal visto y se utilice el espacio público para practicar sin problema y que la gente no diga nada al ver a los skaters, a las bicicletas o a los grafiteros”

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