Ya les dije ayer que ésta era la última semana de “Vacaciones en el Miño”, así que la melancolía me invade.
Parada con pincho
Miércoles hacia atrás
Ya les dije ayer que ésta era la última semana de “Vacaciones en el Miño”, así que la melancolía me invade. Por eso, el plan para hoy, es una nostálgica vuelta al pasado. En la Plaza de San Marcial, a las diez y media, en cine de verano, proyectan “Luces de ciudad” (1931) de Chaplin. Pero me dirán que hasta las diez y media hay mucho día y tienen toda la razón. Por eso les propongo que lo de viajar al pasado tiña por completo su plan de hoy: aquí va un rebobinado que les dejará en la media tarde. Acaben de ver la película, disfruten del medio, emociónense con el principio. Levántense y, andando hacia atrás (es un ejercicio sanísimo, los japoneses, por lo visto, lo hacen habitualmente por las calles de la ciudad sin que nadie los haya rebobinado) vayan hasta el Tamarindo.
Aquí, siempre hacia atrás, entren desacariciándose la tripa por lo bien que acaban de cenar, siéntense en una mesa de la que el camarero acaba de llevarse la vuelta y dejar los platos sucios y noten cómo la comida sube desde su estómago hasta la boca. Luego pidan el postre, un segundo y un primero y, para finalizar, levántense de su mesa impoluta. Salgan de nuevo hacia atrás, despaseen despacio hacia su casa, noten cómo la puerta del portal se abre milagrosamente tras ustedes. Suban a casa y quítense los zapatos. Descolóquense el pelo frente al espejo de la entrada, antes de avanzar de espaldas hacia su sillón preferido, dejarse caer y abrir La Región por la última página. Retrocedan leyendo de abajo arriba y de derecha a izquierda (los japoneses otra vez) hasta llegar a “Vacaciones en el Miño”: deslean el “sárta aicah selocréim”.
Mira Ourense
Cucurrucucú paloma
¿Habían visto alguna vez una paloma en esta posición? Yo no y me ha causado curiosidad, claro. El otro día, en mi paseíto habitual buscando miraourenses que mostrarles, me encontré a todas de esta guisa y me ha parecido raro porque pensaba que era una posición que solo adoptaban las gallinas. Y al pensar en las gallinas, me he preguntado, ¿las palomas ponen huevos? Imagino que sí, ¿no? No me las imagino teniendo partos mamíferos pero ¿huevos de paloma? Nunca he oído hablar de ello, ¿se comerán? Y, sobre todo, si los ponen, ¿dónde están? Con la cantidad de palomas que hay en todas partes (he oído que en México hay tantas que la gente las mata a tiros, qué graciosos estos charritos), las ciudades deberían estar llenas de huevos de palomas pero yo nunca he visto ninguno. ¿Y si voy y levanto una de esas palomas para ver si, realmente, esconden un huevo debajo? No sé, no sé, tienen una cara poco amistosa, quizá acabe antes preguntándole a Google.
Dulce Hogar
Imprescindibles
Estoy enloquecida haciendo listas para que no se me olvide nada de lo que quiero decirles. En esta actividad me he dado cuenta de que a punto he estado de cometer un olvido imperdonable, ¡aún no les he recomendado “Jesucristo Superstar”! ¿Se imaginan que me pasa y ustedes van por ahí, tan panchos, sin haberla visto o, aún peor, pensando que es un truño hortera simplemente porque, en España, la cantó Camilo Sexto? Eso sería un horror, casi tanto como cuando yo pensaba que “Rocky” era una peli de puñetazos y poco más (ay, dios, dios, que tampoco les he hablado de “Rocky”, ¿en qué he estado pensando?) Organización: hoy “Jesucristo Superstar”, mañana “Rocky”.
Jesucristo Superstar. Es un musical en el que todo el diálogo es cantado, solo eso ya mola porque no hay esos saltos – tan molestos para la credibilidad – en los que están cantando y, cuando ya te has acostumbrado a esta convención, van y se ponen a hablar, con lo cual, cada vez que del habla pasan a la canción, te sientes embargado por la incredulidad. No, en “Jesucristo Superstar” empiezan cantando, siguen cantando y terminan cantando de tal forma que, a los diez minutos de película, el canto te parece el lenguaje más natural y lógico con el que el ser humano pueda expresarse.
Por otra parte no creo exagerar si digo que es la mejor banda sonora que he escuchado jamás, encuadrada en el género de la ópera rock, con unas interpretaciones vocales y actorales que ponen los pelos de punta y una historia de lo más interesante comparada con la aburrida versión bíblica. Vamos que si no la ven, serán unos zulús el resto de sus tristes vidas. He dicho.
