El inicio de esta ruta está indicado en el punto en el que se puede dejar el coche antes de entrar en el sendero propiamente dicho, Pero dada su corta longitud, y apelando al buen criterio del caminante, bien podría alargarla dejándolo dos o tres kilómetros antes, aunque sea a expensas de hacer parte del recorrido por una carretera poco transitada, porque las piernas se lo agradecerán y el paisaje bien merece la pena.
La Cántara da Moura es una poza, de otras muchas que hace el río Corzos en su recorrido, como consecuencia de la erosión del agua sobre las formaciones graniticas a lo largo de decenas de miles de años.
Como su nombre indica, hay una leyenda que implica a una mora mágica que premiaba con oro o castigaba a las jóvenes del pueblo vecino cuando llegaban allí a buscar agua o a jugar, si se detenían o si pasaban de largo.
Nosotros no pasaremos de largo. El lugar está lleno de encanto. En algunas zonas el agua ha hecho cuevas, como la de "Os escapados". De manera que aunque el tiempo de hacer el recorrido es de poco más de media hora entre la ida y la vuelta, el caminante encontrará numerosos entretenimientos para duplicar o triplicar ese tiempo: cuevas, pozas, una vegetación generosa y una fauna silvestre variada. Río arriba de la cántara se encuentra "O Curro dos lobos", que era un recinto empleado por los vecinos del lugar para atrapar lobos, a los que le ponían un cebo, que podía ser un animal vivo o un resto de carne, y allí, rodeado, era capturado por el grupo de hombres que organizaban esta suerte de batida.
A Veiga es el extremo de Galicia en todos los sentidos: el municipio más oriental y el que tiene la montaña más alta: Pena Trevinca. Pero esa ya es otra historia.
Una mora que nos espera en A Veiga con su cántara de oro
