Vecinos de Puxedo ejercieron ayer de perfectos anfitriones en una doble celebración etnográfica con la primera Festa da Malla y la exaltación pictórica de la misma, con un taller de graffitis para combatir el feismo de las "eiras".
Una carretera llena de curvas, que a su vez hacen de mirador hacia el valle del Limia, comunica Puxedo (Lobios)con la Baixa Limia. La misma carretera que, en los años 60 del siglo pasado construyeron con el dinero de la venta del horno comunal, porque hasta entonces solo se podía acceder a pie o a caballo.
Ayer, fueron muchos los curiosos que completaron el recorrido para participar en la primera edición de la "Festa da Malla" organizada por la Asociación de Veciños de Puxedo y la elaboración de un mural sobre la malla, en un intento del grupo informal Xóvenes do Xurés de eliminar el feísmo con graffitis sobre su historia reciente. Tradición y modernidad para rememorar la malla. "Todo o mundo ten a súa función . Algúns pintamos e os maiores ensináronnos todo sobre a malla", comentaba, brocha en mano, un joven participante en el taller.
La iniciativa "Eiras Vivas", que se desarrolla en el núcleo desde el 10 hasta el 21 d e agosto, "permitirá rehabilitar fachadas próximas ás eiras en cemento ou ladrillo que rompen coa estética do conxunto monumental integrado polas propias eiras de mallar, os 38 hórreos e o forno de pan comunitario que compoñen o roteiro etnográfico", relataba Pablo Rodríguez, portavoz de la asociación vecinal que lidera todo el proyecto de dinamización social y patrimonial de Puxedo.
Fiesta y tradición
Los bancales labrados sobre la ladera, ya alertaban al visitante que la tierra fue una fuente de ingresos o, cuanto mentos, una forma de ganarse el pan. Durante décadas, los vecinos vivieron del cultivo del centeno y, buena cuenta de ello, son las cuatro "eiras" empedradas distribuidas por el núcleo. Desde la "eira do Toco, situada junto a la carretera OU-1206, pasando por la "Cruz", "Vella" y "Da Carballa", transcurrió el desfile amenizado por los Gaiteiros de Laroá, que precedió a la representación de la malla tradicional.Los presentes, y entre ellos los más pequeños, disfrutaron de una exhibición de la malla, así como la exposición de maquinaria antigua dispuesta por la "aira".
"Hoxe é unha festa, pero fai uns anos era un traballo moi duro", matizaban los más veteranos del lugar, muchos de los cuales marcharon a la emigración para labrarse un futuro. Tras la labor, vecinos e invitados compartieron una cena popular y disfrutaron de la verbena con la charanga BB+.
