TURISMO

Ourense sustituye el mar por paraísos naturales

photo_camera Imagen de una de las pozas de Melón

Los ríos dejan a lo largo de su cauce, lugares desconocidos por muchos, escondidas en bellos parajes naturales e ideales para disfrutar de una tarde de verano

Piscinas, playas,ríos... cuando aprieta el calor en Ourense, las alternativas para pasar una tarde de verano son múltiples y variadas. Pero si lo que realmente se busca es la tranquilidad, lejos de los grandes bullicios, sin renunciar a un buen chapuzón, no hace falta irse demasiado lejos para disfrutar de aguas limpias enclavadas en paisajes naturales espectaculares. Porque no hay mar, pero la provincia de Ourense dispone de auténticos paraísos, creados por la naturaleza.

Ourense, capital termal por excelencia, tiene alternativas termales a lo largo del paseo del río Miño para los que buscan relajarse y descansar. Además los ríos también dejan a lo largo de su cauce, lugares desconocidos por muchos, escondidas en bellos parajes naturales y de díficil acceso. Se trata de una oferta al alcance de cualquiera dispuesto a dejarse conquistar por la pureza de las aguas y la belleza del entorno natural. Rincones con encanto que no dejan a nadie indiferente.

Viajando al corazón de la Baixa Limia, en el parque natural do Xurés, se encuentra un precioso e impresionante salto de agua formado por un regato que forma un formidable paraje. Conocido por el nombre de "A Corga da Fecha", por la cual descienden las aguas hasta el río Caldo. Sin alejarnos de la zona, en el Concello de Lobios, encontramos la Ruta dos Muiños, que discurre por ambas márgenes del río Vilameá donde pueden visitarse 12 molinos restaurados y la ruta alberga unas pozas preciosas, y aptas para el baño.

Las pozas de Melón son un paraíso enclavado en la comarca de O Ribeiro. Diferentes rocas labradas durante años por el descenso del río Cerves ofrecen una zona ideal para el baño en verano. Con el añadido de que la mayor parte de estas pozas se encuentran a unos 500 metros de altura.

Otra buena opción se encuentra en O Carballiño, con el río Barbantiño creando en su bajada una cascada que termina en unas piscinas naturales. Enclaves de los que se puede disfrutar con las precauciones necesarias, debido a los accesos rocosos en los que se ubican. Un conjunto perfecto de piedra, agua y naturaleza, para disfrutar de una tarde de verano.

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