Plazas con historia en las entrañas de la ciudad

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Callejear por el casco histórico es retroceder en el tiempo. Las plazas más antiguas de la ciudad constituían los principales mercados y centros de reunión. Hoy también lo son, pero de otro modo.

Callejear por el casco histórico es retroceder en el tiempo. Las plazas más antiguas de la ciudad constituían los principales mercados y centros de reunión. Hoy también lo son, pero de otro modo. Sus nombres son un homenaje a la actividad que en ellas se desarrollaba. 

La Plaza Mayor fue el mercado más importante, un lugar único y característico por su leve inclinación, como si la propia Plaza te indicara el camino a la Fonte das Burgas. Sin embargo, alrededor de la madre de todas las plazas ourensanas se generan otros pequeños ecosistemas urbanos, paisajes particulares, que deben su nombre a la utilidad que la ciudad les daba antaño. Un repaso de cada uno es también un buen recordatorio de lugares donde refugiarse del calor en verano. 

Ourense. 30-06-13. Sucesos. Vandalismo na praza do ferro. Vallas tiradas dentro da fonte.Foto: Xesús FariñasPraza do Ferro

Los utensilios de labranza eran protagonistas en este lugar, que más que una plaza es una intersección de calles. (Por ese motivo también se le conoce como Cruz do Ferro). Además de los ferreiros, la literatura también forma parte de la historia de la plaza. Vicente Risco, López Cuevillas, o Blanco Amor vivieron en sus alrededores.

02-09-10 plaza del Trigo, en el casco viejo de OurensePraza do Trigo

El cereal no era el único producto con el que se mercadeaba, ya que en el siglo XVIII se le conocía como Plaza de las Platerías. Los orfebres tenían sus talleres en la parte alta de la plaza. La casa de los Temes y la puerta sur de la Catedral custodian hoy una de las plazas más conocidas de la ciudad.

Foto plaza de la MagdalenaPlaza de la Magdalena

La religion marca la historia de este rincón, que fue mercado y cementerio. Se hacía llamar la “Quintana dos mortos” y las lápidas del siglo VI apoyadas en la Iglesia de Santa María Nai dan fe de la existencia de un antiguo camposanto. La venta de frutas y otros alimentos también ocupó la actividad de la plaza, que conserva en el centro uno de los cruceiros más emblemáticos de Ourense, que data de 1718.

Eironciño dos Cabaleiros

En un entorno tranquilo y un poco más alejada de las demás plazas, el Eironciño dos Cabaleiros fue el barrio aristócrata de Ourense en el siglo XII. De aquella época queda la casa con balcón de los Armada, el mayor encanto del sitio. También se le conoce como casa de María Andrea y los usos del lugar fueron evolucionando hasta convertirse hoy en uno de los restaurantes con mejores vistas de la ciudad.

Praza de San Martiño

Da a la escalinata de la puerta norte de la Catedral, donde se encuentra uno de los mayores atractivos de este monumento: el Pórtico del Paraíso.  Las fachadas de piedra y las vistas a este templo histórico contrastan con la modernidad de los edificios y los bares, cuya situación privilegiada atrae a ourensanos y turistas.

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