Libros raros y curiosos sobre Ourense-9 // 1890

Reglamento del colegio San Luis de esta ciudad

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Don Juan Gómez Gato autor de este folleto de 13 páginas, exponía en la portada del mismo sus títulos y méritos profesionales, además de dirigir el colegio San Luis Gonzaga , objeto del folleto y el primero que en 1890 instalan los salesianos en la calle de la Paz y en la de Alba (hoy Cardenal Quiroga) después, hasta llegar al edificio que ocupan en la actualidad. Sus méritos eran estos: dio clases en dos colegios de Madrid, pertenecía al cuerpo de Estadística por oposición y era autor de un Cosmógrafo premiado en Madrid en 1887. Desconozco cómo y porqué llego a Orense. Don Juan comienza por teorizar sobre el hombre “el ser mas perfecto”, según él, que los niños requieren cuidados, que a los 6 años deben de ir al colegio y que hay que enseñarles el bien y favorecer su desarrollo físico. Asegura don Juan que los niños son perezosos y hay que estimularlos, vigilarlos y hacer de ellos hombres “alegres, audaces y valientes”. Para lograrlo el colegio cuenta con un reglamento, explicado en este folleto propagandístico destinado a los padres, y con unos profesores “intachables”, según el autor.

Prohibidos libros que no sean de texto

Los alumnos podían ser internos, mediopensionistas y externos, desde párvulos hasta el Bachillerato. Todos tenían que estar bautizados y era obligatorio confesar y comulgar cada dos meses. Los internos de fuera de la ciudad deberían de contar con alguien que en caso de enfermedad contagiosa los llevase para su casa. También era obligatorio asistir a las clases de Religión, Moral y Urbanidad. Se prohibía tener en el colegio juguetes, libros que no fueran de estudio y dinero. Se levantaban a las 6 en verano y a las 7 en invierno. Lo primero que hacían era rezar, después estudiaban y a las 8 desayunaban. El colegio estaba afiliado al instituto a donde acudían los alumnos acompañados por un profesor. A las 20,30 rezaban el rosario y a las 9 se iban a la cama. Los internos debían de aportar la ropa de cama y los utensilios necesarios para comer. Si un interno se ponía enfermo la primera visita del médico era gratis. La segunda la pagaba el padre y si en ocho días no sanaba lo mandaban para casa. A los externos tenía que acompañarlos un adulto quien tenía que firmar la entrada y la salida del niño.

Menú

Para desayunar chocolate o café, para comer cocido y sopa (no queda claro si era todos los dÍas), merienda y por la noche un plato fuerte y una ensalada. Durante las comidas se leía un libro en voz alta

A los niños estudiosos y de buena conducta se les premiaba con libros, un sitio en el cuadro de honor y, si lo merecía, enseñanza gratuita. Para los indisciplinados había una amonestación privada que si no era eficaz se convertía en pública, se le podía aislar de los demás, exponer su nombre como chico malo y expulsarlo como último recurso.

(Fondo Biblioteca Diputación).

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