Románico, aguas sulfurosas y una espectacular cascada

A Ponte do Demo, un puente medieval que ha resistido el ímpetu del Deza en estos siglos
photo_camera A Ponte do Demo, un puente medieval que ha resistido el ímpetu del Deza en estos siglos

Silleda es famosa por su lonja agropecuaria, el Wall Street del campo gallego, y su semana verde. Pero para el viajero que camina, encontrará muchísimos atractivos en su amplia geografía. Por Silleda pasa el Camino Mozárabe a Compostela. Pero para quienes deseen disfrutar de arte, paisaje y quedarse pasmados ante una estampa natural, la ruta de hoy no tiene precio.

El punto de partida se encuentra al pie del monasterio benedictino de Carboeiro, en la parroquia del mismo nombre. Carboeiro es una joya del románico tardío y de transición al gótico que se encuentra en fase de restauración (lleva décadas así) tras más de un siglo de abandono y expolio.

Una calzada medieval nos lleva por la orilla del Deza y nos lo permite cruzar gracias a la "ponte do demo", cuyo nombre nos recuerda infaustos sucesos vividos en ese punto del camino y que no es el caso relatar aquí.

La ruta nos lleva al término municipal de Vila de Cruces, concretamente a la parroquia de Merza, donde se encuentran los "Baños de Brea" un pequeño y coqueto balneario rural de aguas sulfurosas.

Poco a poco nos iremos acercando al río Toxa, un afluente del Deza que, antes de rendirle su agua a ese río protagoniza una de las escenas más fotografiadas de Galicia y que no decepciona nunca al visitante, siempre que no cometa el error de acercarse allí un verano de pronunciada sequía, que no es el caso del que vivimos en la actualidad.

El agua se precipita de manera torrencial por un abismo de 25 metros que podremos ver desde la parte superior y desde abajo, y sentir no solo el sonido del agua al caer sino también quedar impregnados por la humedad y el frescor que esparce. 

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