La actuación de la orquesta París de Noia puso el broche a cinco días de celebraciones
Las fiestas de verano de A Rúa tocaron su fin. La orquesta París de Noia ponía ayer el punto y final a unos festejos que divirtieron a los rueses durante cinco días de orquestas, pasacalles, charangas, bandas de música, conciertos, torneos deportivos y muchas opciones para los más pequeños.
La celebración que comenzaba con el susto inicial de no poder ubicar la fiesta en el mismo recinto de siempre, pero con la resolución pronta del concello que permitió finalmente su celebración "contando coa colaboración cidadá, que tuveron moita paciencia e comprensión", según afirma la alcaldesa de la villa, María González Albert. Finalmente los problemas resultaron ser los mínimos y las fiestas se desarrollaron en el mejor ambiente festivo.
Las calles de A Rúa se llenaban de gente, mucho extranjero elegía sus vacaciones en estas fechas para pasarlas con la familia y los niños y niñas disfrutaban de multitud de atracciones, juegos, talleres, fiesta de la espuma e hinchables. Pero en A Rúa no se puede hablar en pasado cuando se trata de fiestas.
La bacofesta
Sin todavía haberse recuperado de los bailes de verbena y el olor a algodón dulce, los rueses preparan ya el que será su siguiente reclamo festivo de agosto, la Bacofesta. En tres díasdará comienzo la II Feria Romano-Gastronómica de A Rúa, cuyo fin es poner en valor los vinos de la zona y su gastronomía, homenajeando también los orígenes romanos del pueblo.
La feria contará con la presencia de 12 bodegas y 19 puestos de artesanía, además de conciertos, cuentacuentos, exhibición de bolos celtas, y un concurso de disfraces como novedad este año, para el que los rueses tienen tiempo de inscribirse hasta el mismo jueves. Al término de estos tres días de Bacofesta, llegarán otros tres de descanso y de nuevo otras fiestas, las de A Rúa Vella, a partir del día 20 de agosto.
