Los meses veraniegos presentan un menú particular adaptado a las condiciones y altas temperaturas existentes, sin el que
julio y agosto perderían parte de su identidad, además de sentido del gusto.
Sin duda, el verano es la mejor época para permitirse el capricho de comer, cenar o picotear algo fuera de casa. El tiempo libre, el buen clima o las ganas de juntarse con la familia y los amigos son solo algunas de las buenas razones para disfrutar de un aperitivo en el exterior.
Según encuestas realizadas por una empresa especialista en estudios de mercado, ante la amplia oferta de productos para consumir, los españoles, y también los gallegos, tienen bastante claro cuáles son sus platos predilectos.
No hace falta recordar que la gastronomía española en general, y la gallega en particular, ofrecen una larga variedad de sabores adecuadas para todas las épocas del año. En verano, las altas temperaturas invitan a ingerir alimentos frescos y poco calóricos, como el gazpacho, la ensalada o la ensaladilla. No obstante, la barbacoa sigue siendo el menú favorito de muchos, con un 17% de adeptos entre los encuestados.
Por su parte, ya en Galicia, los resultados no sorprenden (sobre todo teniendo en cuenta las miles de personas que asistieron el domingo pasado a la conocida fiesta de O Carballiño) y la tapa veraniega por antonomasia es el pulpo. A continuación, los resultados identifican a la churrascada como segunda comida favorita para la época estival, muy probablemente potenciada por las numerosas reuniones que se celebran en estos meses alrededor de las parrillas. Preparación, tiempo de cocción, de degustación y de digestión ocupan, por lo menos, más de la mitad del día. Además de la compañía, las largas conversaciones que se extienden sin preocupación y el exquisito gusto de pasar tiempo con los seres queridos.
El tercer plato del menú predilecto de los gallegos es la ensaladilla, tanto en su versión tapa como en ración. Una opción fresca, ligera, sabrosa y por lo general, una especialidad en muchos locales de la comunidad.
En cuanto al donde disfrutar de los manjares veraniegos, la terraza y el chiringuito de la playa son los lugares clave donde relajarse y pasar un rato agradable tras una veraniega jornada. ¿Y el menú? Aquí, sin duda alguna, la combinación ganadora es el tradicional plato de calamares acompañado de un vaso refrescante de cerveza. Aunque poco original, este dúo es una apuesta segura, y si no se lo cree, pregúntele a sus vecinos de mesa.
