VERANO

Santiago recibió al Mark Knopfler más intergeneracional

photo_camera Mark Knopfler durante su concierto del miércoles en Santiago.

El guitarrista escocés supo cautivar a su público con una mezcla de éxitos de ayer y de hoy

De las cintas en el pelo y el armario de ropa llamativa a peinar canas y vestir ‘casual’, con su guitarra y poco más, el escocés Mark Knopfler llegó el pasado miércoles 29 al Multiusos do Sar, en Santiago, para presentar su nuevo trabajo, ‘Tracker’, ante un público que alcanzó la cifra de 8.000 asistentes, incondicionales de uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos. Relajado, sin púa y destilando talento por los poros –quizá el calor tremendo del recinto influyese en esto último-, Knopfler se planteó su actuación con la tranquilidad que le caracteriza, sin bailes coreografiados, sin efectos de humo y luz, ni tampoco artificios de escenario, sólo pura música interpretada con el mimo y la habilidad acostumbrada por parte del de Glasgow, que a sus 66 primaveras sigue ganándose al respetable con simpatía y facilidad.

Dicen que, en caso de duda, es mejor pecar de sobriedad y tirar de manual para asegurar el buen resultado. Sin duda esto hizo Knopfler cuando revivió los temas que ayer y hoy le sitúan en el Olimpo de las seis cuerdas, entre los que cabe destacar “Hill farmer’s Blues”, “Father and Son” y “She’s Gone”, canciones que combinó con aquellas composiciones atribuibles no sólo a él, sino a toda la banda de Dire Straits –“Sultans of swing”, “Romeo and Juliet”, “So far away” y “Your latest trick”, porque el tema para que los enamorados pudieran tener su momento no podía faltar -.

Knopfler supo comunicar con su público, entre risas y bromas, hablando de tú a tú con quienes tuvieron la suerte de estar cerca de él, y coronó una actuación más que recomendable a lo largo de casi dos horas de punteos, riffs y solos de su técnica a la vez tranquila y contundente. La compañía corrió a cargo de nombres igualmente ilustres de la música internacional, los habituales en el escenario junto al guitarrista: Guy Fletcher (teclado), Richard Bennett (guitarra), Jim Cox (piano), Mike McGoldrick (whistle y flauta), John McCusker (violín y cistro), Glenn Worf (bajo) y Ian Thomas (batería). A ellos se sumó el siempre encomiable Nigel Hitchcock, saxo impertérrito, que supo redondear la puesta en escena de uno de los mayores éxitos del músico y compositor escocés.



Mirar hacia delante

Pese al éxito y la fama que obtuvo con Dire Straits, Knopfler nunca ha vuelto al pasado y reunido de nuevo a la banda, ya que él sólo mira hacia atrás buscando inspiración, una actitud que se resume en su nuevo álbum, 'Tracker'. En su web, el compositor y guitarrista reconocía en un documental al respecto que "pienso que todas mis canciones están conectadas a través del tiempo", declara el cantante. "El título de 'Tracker' surge de rememorar todas mis experiencias y abordarlas igual que afrontaría el 'tracking' para la grabación de una nueva canción en el estudio", matiza el artista ante la cámara.

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