Las puertas de la nueva edición del Campamento Urbano de Amencer ya están abiertas. En la mañana de este viernes pasadas las doce, en los aledaños del colegio de Salesianos, los gritos de algarabía ya estaban presentes con los niños.
Aunque la principal atracción del día era el lanzamiento de pompas de jabón desde los puentes de la ciudad, la 32ª edición comenzó con “Bos días” y "Coñecéndonos", donde agruparon a los niños. "Formamos grupos de no más de 15 niños, de una misma edad, y con ellos van tres monitores", explica Alba Salgado, una de las coordinadoras.
Dentro del patio de Salesianos, los participantes permanecían en corros jugando con sus animadores. En uno de ellos estaban Toni y Luis, de once años. "Estamos muy emocionados y yo quiero que llegue el día de jugar en la ciudad", explica Luis. Toni, por otro lado, se muestra más tímido: "Yo solo quiero ir a la playa".
En otro de los grupos se encontraban Olalla y Adriana, aunque rápidamente se unieron a ellas Lorena, Eva, Inés y Noa. "Yo ya es la cuarta vez que vengo y me lo paso muy bien, sobre todo cuando vamos a Monterrei", señala Olalla. De la misma opinión es Adriana: "Yo es la segunda vez que vengo y el día de piscina también es mi favorito". Entre ellas están Eva e Inés que asisten por primera vez. "Nuestras amigas nos han dicho que es muy divertido y por eso nos hemos apuntado", dicen. A Lorena lo que más le gusta es "estar todos juntos", mientras que Noa prefiere el día que se quedan todos a dormir allí. Sobre el cambio a las pompas de jabón, Olalla añade: "Prefería los globos pero contaminan y es mejor usar los pomperos".
Junto a su corro estaban Xisela, Irene, Nene, Ailyn y Vera, cinco niñas de 10 años en el que muchas repiten en el Campamento Urbano . "Siempre nos lo pasamos muy bien", responde Irene.
A partir de ahí, todos los grupos tomaron dirección hacia el Puente del Milenio, el Puente Romano y hacia la pasarela y la terraza del Ponte Vella, para proceder al lanzamiento de pompas de jabón, en sustitución de los globos. "Es una muestra que hacemos para concienciar sobre el cuidado medioambiental", asegura Alba, mientras repartía a la salida de los grupos un pompero para cada niño. Cada uno de ellos arrancaron con una pancarta diferente del campamento urbano que se desplegaron en cada lugar.
En el Puente Romano esperaban los niños de 8 a 11 años para proceder al lanzamiento de las burbujas. Allí estaban Liz, Javier, Noa y Luz que aguardan ansiosos los días para ir a la playa y a la piscina.
Cuando dieron la señal, todos procedieron a lanzar cientos de pompas de jabón mientras, desde Salesianos, se lanzaban algunos fuegos para cerrar el acto de inicio de esta edición.
