Cuando aún es de noche y algunas de las empresas del polígono de San Cibrao empiezan a arrancar, hay un establecimiento que se encarga de servir ese primer y agradecido café de la mañana acompañado de bollería y pinchos, el Bar Cruceiro. Un establecimiento que lleva 38 años abiertos y que, desde hace algo más de dos cogió José Ramón Piñeiro Prada pasando de ser un trabajador al gerente del local con la jubilación de los que eran sus jefes.
Fiel a la filosofía en la que trabajaba cada día, y con la ventaja de que conoce a muchos de los que cada día paran en el local, desde primera hora sirven completos desayunos y pinchos variados, tanto para comer en el mismo local, como para llevar a sus empresas y hacer una parada a media mañana o tarde comiendo algo para resistir mejor la jornada. Pinchos y bocadillos, fríos y calientes que van desde la carne con pimientos, el lomo con queso o la tortilla, entre otros muchos. Además, cuentan con nueve platos combinados, y ensalada de pasta y mixta, que también sirven para llevar.
