Ansiedad infantil, un estado físico y no solo emocional

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Todos las emociones y los sentimientos se muestran de un modo u otro en la mímica y la postura de cada niño o niña. Por ello se habla de lenguaje corporal de la ansiedad, al igual que hay un lenguaje corporal de la depresión, de la alegría, del miedo, etc…

Gestos reveladores

En el lenguaje corporal de la ansiedad hay varios elementos que revelan el estado de inquietud y nerviosismo. Tiene que ver con el movimiento de las extremidades, la expresión del rostro y la postura general del cuerpo:

Las manos

Las manos son uno de los elementos más importantes en el lenguaje de la ansiedad. De forma inconsciente los niños esconden las manos a la vista de los demás cuando están intranquilos.

La mirada

La mirada es otro de los elementos que siempre revelan el estado de ánimo. Cuando un niño o niña está ansioso/a, todo su rostro y su cuerpo en general denotan rigidez. Lo usual es que tengan el entrecejo fruncido, por lo cual es muy habitual que a un niño o a una niña en ese estado le pregunten si está de mal humor o si le preocupa algo. También es común que esta manifestación pueda hacer que los demás nos vean como niños serios.

Morder

El gesto de morder es uno de los más típicos en los estados de ansiedad. Es más evidente cuando se muerden las uñas, pero los niños y las niñas también tienen la costumbre de morder otros objetos como lápices, borradores o cualquier objeto que tengan a la mano.

Otros gestos

También puede observarse algún tic, tal como dar golpecitos al piso con los pies o tamborilear los dedos.

Hay que recordar que en la ansiedad existe un sentimiento de preocupación que es constante, pero a la vez indefinido. Esto también incluye cierta irritación e intolerancia generalizada con el entorno.

Por ello si observas alguno de estos gestos, es recomendable acudir a terapia psicológica para poder comprender la causa de la ansiedad y así poder gestionarla de la mejor. Sin embargo, es imprescindible trabajar en conjunto con otros profesionales y atender también otros aspectos como la postura corporal.

La postura

Es frecuente observar en el niño o adolescente una posición con la cabeza anteriorizada y con los hombros hacia delante. Esta posición mantenida en el tiempo puede provocar dolor en columna cervical y cefaleas tensionales. Asimismo, la tensión muscular ocasionada por la rigidez que muestra el niño o niña puede originar contracturas musculares y dolor.

Ejercicios recomendados contra la ansiedad

Además de la terapia de gestión emocional es importante intercalar ejercicios de relajación con ejercicios de estiramiento muscular y movilidad articular. Para ello, el fisioterapeuta es el profesional encargado de evaluar y pautar un programa de tratamiento con el objetivo de mejorar la postura y prevenir posibles molestias.

De igual forma, la terapia mediante masaje ayudará a relajar la musculatura y a concienciar a los niños y las niñas a conocer el cuerpo, cómo han de moverse e incluso corregir su postura de manera adecuada.

¨Tu lenguaje corporal es la evidencia de la ansiedad¨ 

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