Ecovigilantes de Franciscanas de Ourense participamos a lo largo del Curso Académico 2023/2024 en varios programas ambientales que se encuadran en lo que denominamos Ciencia Ciudadana y en los que se invita a participar a cualquier persona.
En esta ocasión, el objeto de nuestra reflexión es el estudio de nuestro suelo a través de un proyecto de la Fundación Ibercivis y el CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón). No se necesita ningún conocimiento previo para realizar la actividad; sólo hace falta hacerla y enviar los datos obtenidos; pero al concluírla te puedes sentir un/a verdadero/a experto/a.
¿Qué hacemos?
Ecovigilantes de Franciscanas participa en Vigilantes del Suelo recogiendo muestras del suelo de nuestro entorno (en nuestro caso hemos elegido el maltrecho Parque Miño, situado a las orillas del Río Miño, en un entorno urbano, al lado del Centro Comercial Ponte Vella), y tratar de analizarlo, a través de varios parámetros, para conocer su estado de salud. Con todos los resultados que se envían, se elabora un mapa nacional de la salud de nuestros suelos.
¿Qué material usamos?
A Ecovigilantes de Franciscanas se nos proporciona un llamativo kit para recoger y analizar las muestras del transecto (área de muestreo, normalmente lineal, elegida como base para estudiar las características particulares del suelo). Y además, los resultados obtenidos son alojados y geoposicionados en una aplicación móvil a partir de los cuales se crea un mapa de calidad de nuestros suelos.
Para una correcta realización de la actividad precisamos de: ficha de campo, bolígrafo o lápiz, teléfono móvil (solo es necesario uno por clase), agua oxigenada, agua destilada (100 ml), agua del grifo (2l), vasos de plástico o papel, bandeja, cuchara, regla, cilindro metálico o de PVC, mazo, taco de madera, tiras indicadoras de pH, pala.
¿Qué fomentamos?
Para Ecovigilantes de Franciscanas este programa de Ciencia Ciudadana tiene las siguientes bondades:
- Trabajo en equipo y curiosidad.
- Voluntariado ambiental.
- Ser científicos y científicas por un día.
- Rigor al realizar las muestras y consensuar los resultados.
- Realizar una actividad muy divertida.
- Adquirir conocimientos.
El cuidado del suelo
El suelo es una mezcla de minerales, aire, agua y materia orgánica; que interaccionan entre sí de maneras diversas; y se convierte en un recurso natural dinámico e importante para los seres humanos. Definimos la “salud del suelo” como la capacidad continuada de un suelo para funcionar como un ecosistema que mantiene a plantas, animales y seres humanos.
Los suelos sanos contribuyen a lograr la neutralidad climática y la resilencia al cambio climático; a desarrollar una (bio) economía limpia y circular, y a revertir la pérdida de la biodiversidad; salvaguardar nuestra salud, y detener la desertificación y revertir la degradación del suelo. (Recordamos que el Colegio Plurilíngüe Divina Pastora de Ourense tuvo la exposición itinerante de Ecoloxistas en Acción “Sen biodiversidade non hai vida”).
Vigilantes del suelo
La actividad llevada a cabo por Ecovigilantes de Franciscanas consiste básicamente en un trabajo de campo donde se va a realizar la medición de indicadores de calidad del suelo. El suelo posee tres aspectos clave para su funcionamiento: físico, químico y biológico. Todos ellos son importantes y se influyen entre sí. Un suelo sano es aquel que presenta un buen estado en estos tres aspectos, resultando en un buen funcionamiento general del ecosistema suelo.
Indicadores estudiados:
Los indicadores estudiados son:
1. Cobertura del suelo: se refiere a cualquier material que cubra al suelo y lo proteja frente a la exposición y degradación causada por los procesos erosivos. Puede tratarse de plantas vivas (pastos, cultivos, “malas hierbas”), residuos vegetales (rastrojos, por ejemplo), acolchados, así como piedras y, en sistemas de pastoreo, se pueden considerar también las deyecciones de los animales.
2. Capacidad de infiltración de agua: el tiempo de infiltración de agua nos indica con qué rapidez entra el agua (lluvia, riego) en el perfil del suelo a través de su superficie. Cuanta mayor cantidad de agua entre en el perfil del suelo, más disponibilidad para las plantas. Por tanto, es importante que entre mucha agua en el suelo durante cada episodio de lluvia. En caso contrario, escurrirá sobre el suelo (escorrentía) y provocará erosión. La capacidad de infiltración de agua está relacionada con la estructura del suelo. Así, cuanto mayor sea la capacidad de infiltración, mejor será la estructura del suelo. Esto significa que la aireación en el suelo se mejora y las raíces de las plantas crecerán más fácilmente.
3. Compactación del suelo: una excesiva compactación del suelo dificulta la entrada de aire y agua en el suelo, así como el desarrollo de las raíces de las plantas, que no podrán profundizar ni alcanzar nutrientes o agua de estratos inferiores en el perfil del suelo. Además, la compactación suele estar relacionada con la aparición de enfermedades radiculares.
4. Diversidad de macrofauna: se llama macrofauna a aquellos organismos que son visibles a simple vista o con ayuda de una lupa de mano (formalmente, son los organismos que miden más de 1 mm) y representan el eslabón superior de la cadena trófica. Además de microorganismos (hongos, bacterias y protozoos), un suelo sano debe contener un rango amplio de organismos mayores, como lombrices, hormigas, ácaros, escarabajos, etc., ya que muchos de ellos se encargan de comenzar el proceso de descomposición de los restos orgánicos troceándolos y poniéndolos a disposición de otros organismos que, a su vez, los transforman en nutrientes para las plantas.
5. Lombrices (nº de individuos): la presencia de lombrices es un excelente indicador de la salud del suelo ya que, con su actividad, mejoran la estructura, la porosidad y el drenaje del suelo. Además, tienen un papel relevante en el ciclo de los nutrientes porque rompen los residuos vegetales, airean el suelo y sus excreciones son fértiles. Sin embargo, una presencia excesiva de lombrices puede indicar que la materia orgánica fresca se está acumulando debido a una escasa actividad microbiológica. Por otro lado, la escasez de lombrices sugiere la existencia de algún tipo de estrés, ya sea químico (pesticidas), físico (laboreo excesivo) o biológico (superpoblación de topos o de roedores).
6. PH del suelo: es una medida de lo ácido o alcalino que es un suelo. Los procesos bioquímicos que ocurren diariamente en el suelo resultan en un equilibrio entre acidez y alcalinidad, dando su pH. Sin embargo, algunos procesos naturales y algunas prácticas agrícolas, pueden incrementar la acidez de un suelo y hacer que las condiciones sean menos adecuadas para algunos cultivos. El pH de un suelo afecta enormemente a la disponibilidad de nutrientes y a la actividad biológica.
7. Materia orgánica: bajo condiciones ácidas, algunos elementos tóxicos como el aluminio y el manganeso pueden La materia orgánica es el almacén de nutrientes del suelo que, gracias a la actividad de los microorganismos, se transforman en minerales que las plantas pueden asimilar. Además, la materia orgánica mejora y regula otras propiedades fisicoquímicas y biológicas del suelo, como la estructura, la capacidad de almacenamiento de agua, el pH, la actividad biológica, etc. Por todo ello, es uno de los mejores indicadores de la salud del suelo.
Conclusión
Después de esta divertida investigación, Ecovigilantes de Franciscanas concluimos con el excelente estado del transecto del Parque Miño estudiado; influído por la humedad del entorno, con el aporte del Río Miño; de la exhuberante vegetación y de la presencia de innumerable macrofauna.
Y tú..., ¿te animas a colaborar en Ciencia Ciudadana?
