El COB logra la victoria ante el Alicante, clave para la permanencia (86-77)

El COB venció al Alicante en el Pazo. ÓSCAR PINAL.
photo_camera El COB venció al Alicante en el Pazo. ÓSCAR PINAL.
El COB consiguó ante el Alicante el triunfo que necesitaba para encarrilar la permanencia en LEB Oro de baloncesto

El COB logró la undécima victoria de la temporada en el Pazo Paco Paz contra el Alicante. Un triunfo que, sumado a la derrota del Oviedo en la jornada, prácticamente garantiza la permanencia en una LEB Oro demasiado larga para el sufrido club de baloncesto y afición ourensana.

Inmerso en una crisis de resultados, juego y mentalidad, el equipo entrenado por Félix Alonso parecía repetir el mal camino de anteriores partidos. Pese a un buen comienzo con Urtasun y Williams -titular- anotando (8-0), la respuesta del Alicante sumió al COB en una depresión de errores, fallos defensivos y mala puntería que auguraba lo peor.
El COB repetía el bajo porcentaje en los tiros de dos puntos -28%- sufría una desventaja de hasta 15 puntos -18 a 33 en el minuto 14- desesperaba a su público y. para colmo, provocaba fricciones entre los propios jugadores, caso de Urtasun y Gjuroski en el segundo cuarto. Por si fuese poco su mejor anotador, el bosnio Manjgafic, estaba mermado por problemas musculares. 

Hubiese sido presa fácil del rival, si éste fuese un Burgos o un Andorra. Pero era el Alicante, bloque compacto y homogéneo, con motor diésel y ritmo monocorde. Un rival que no supo rematar en la primera parte y lo pagó muy caro durante la segunda.

Porque el COB necesitaba esa chispa, ese impulso irracional, ese cambio radical que liberase al equipo de Félix Alonso de la empanada mental sufrida durante más de 100 minutos de juego.
Chaz Williams prendió la mecha. Quizá era el más inesperado, por su irregular rendimiento y tan variable diversidad de minutos durante su temporada. El menudo y rápido base neoyorkino fue el único que creyó en la victoria desde el primer minuto, aportando intensidad, puntos, asistencias y pundonor. Jugó cojeando por momentos.

Con él en pista, el técnico ya tenía el base de su quinteto. Al final del tercer cuarto añadió a Ventura  y Kuath para aportar intensidad en defensa, exprimió hasta la última gota a Manjgafic y confió ciegamente en un Pilepic absolutamente negado en todos los aspectos del juego.

Con este quinteto decidió apostar en busca de la victoria más importante del mes de abril. Le salió perfecta. Tres triples seguidos de Gjuroski, Manjgafic y Williams, acercaron al COB a cuatro puntos, 52-56, al final del tercer cuarto.

En el último, Williams recuperó para el COB, para el público y para el baloncesto a un Kuath demasiado apagado en los últimos partidos. Sólo el sursunadés de brazos interminables pudo llegar a los balones que el base le lanzó en repetidas ocasiones, sin que el Alicante entendiese de qué iba la fiesta.
Con Kuath por fin saltando y disfrutando por la pista, el partido se igualó a 61 -minuto 33- y todo el equipo se contagió de ese virus de la felicidad que hace olvidar las penas, las dudas y el cansancio. 

El COB pasó de corderito a pantera en defensa. Muchos jugadores comenzaron a sumarse al empuje y por fin creyeron en la victoria. Pilepic anotó su primer y único triple en el minuto 36. Ventura, siempre intenso, añadió otro vital en el 37 para escaparse por siete puntos, 77-70, con Williams como catalizador del juego ourensano y Manjgafic como anotador permanente.
Lo que en 30 minutos anteriores parecía imposible e insalvable, se logró en unos pocos. El Alicante se vió superado por un equipo aparentemente impotente en la primera parte, que le endosó 34 en un cuarto. Ver para creer.

Fin, o eso parece, a un crisis de identidad y confianza del equipo de Félix Alonso. Quiso la casualidad que el artífice o psicoanalista capaz de reactivar el placer por el baloncesto fuese un jugador que ha sufrido todos los estados anímicos posibles desde el comienzo de la temporada. Chaz Williams fue fichado como referente del equipo, llegó a ser tercer base, carne de traspaso, último del banquillo y, tras el partido contra el Alicante, se convierte en uno de los artífices de la permanencia, como Darius Carter del ascenso en la pasada.
La victoria permite viajar a Azpeitia para afrontar con menos presión el partido del viernes contra el Juaristi (21,15 horas).

Te puede interesar