El ourensano del equipo filial del Barcelona no pudo jugar en su ciudad, dejando el interés del partido al arbitraje en femenino
No hay duda de que Alfred Julbe, el entrenador del equipo filial del Barcelona, es un técnico que no se deja llevar por sentimentalismos ni gestos populares. Había cierta ilusión por ver al ourensano de 2,07 metros Álex Mazaira en el Pazo, jugando en su ciudad, ante su familia y amigos de la infancia.
Pero el técnico no lo consideró pertinente, así que muchos se quedaron con el gozo en un pozo. Después, Julbe reconoció ante los medios de comunicación que le "fastidiaba" no haber podido cumplir ese pequeño deseo de tantos.
Sin Mazaira en pista, la atención de muchos se centró en el dúo arbitral. Por primera vez en el Pazo y en la historia del COB, el encuentro fue arbitrado por dos mujeres. Las señoras -o señoritas- Susana Gómez y Esperanza Mendoza, ambas con ya trayectoria en las categorías de la Federación Española.
Nada novedoso que añadir. Fueron tratadas como es habitual entre el respetable. En esta ocasión además suscitaron un buen enfado entre el mencionado Julbe, sentado en el banquillo hasta que un par de decisiones le levantaron para provocar una falta técnica.
Buena entrada en el Pazo. Sábado para evitar lugares descubiertos, después del derbi madrileño de fútbol y contra un rival cuyo nombre ya suponía un buen atractivo. Algo más de 2.000 espectadores vivieron un emocionante y disputado partido. Ya pueden calentar para un final de temporada que se presenta muy calentito. Y eso que el COB no se juega nada. Veremos en las próximas jornadas.
