El partido del COB contra el Burgos será cuestión de fondo y forma

Aún con las cicatrices que dejaron las heridas sufridas ante el Oviedo, el COB quiere pasar página. Lo tendrá que hacer en una pista complicada, ante un rival tan irregular como potente. El “plantillón” del Burgos pondrá a prueba la mandíbula de un COB que quiere jugar sus bazas para dar la campanada mientras mira por el retrovisor lo que hacen sus rivales directos por escapar de la quema. Y esa parte no fue mal ayer. Porque la permanencia está casi asegurada. Pero ese adverbio dice mucho. Casi. Y el nivel de nervios subirá o bajará dependiendo de los resultados propios y ajenos. Acude el cuadro ourensano con la baja de Seydou Aboubacar, que ya no jugará más este curso. Kuath, único pívot disponible, tendrá que medirse con las faltas y pelear con la batería de interiores locales, que tiene galones y unas cuantas cifras en la nómina. El resto, disponibles. Se espera (y necesita) una mejor versión de Peciukevicius y Manjgafic, que llegaron justos al último duelo ante el Oviedo. “Tenemos que hacer un partido serio, estar muy centrados y aplicar todos aquellos conceptos tácticos que hemos trabajado durante la semana, limitando los errores al máximo y trabajando para esperar nuestro momento. Si hacemos un partido sólido podemos tener nuestras opciones de competir hasta el final”, explica Félix Alonso, preparador del equipo cobista. Un duelo especial para él, que regresa a una de sus casas deportivas, en la que llegó a dirigir al equipo en la ACB. Conoce bien lo que se van a encontrar en la pista del Coliseum. “El Burgos se encuentra en el mejor momento de la temporada, terminando de engranar las piezas para la recta final antes del play off. Más allá del accidente que tuvieron contra Albacete, han jugado muy bien, ganando por muchos puntos a Castellón o a Cantabria”, señala Alonso. Por el nivel del rival, el reciente encuentro ante el Palencia sale a colación como espejo en el que mirarse. Es la línea a seguir de un COB que quiere dejar atrás la mala imagen que dejó en el Pazo ante el Oviedo. Quedan cinco jornadas y el triunfo de la tranquilidad absoluta puede llegar en cualquier lugar y circunstancia. “Creo que para todos, tanto para el equipo como para mí tiene que ser un estímulo jugar en una cancha que es de otra categoría, igual que su afición”, afirma el preparador leonés. Una cita con un favoritismo local en las quinielas que tiene que ser contrarrestado por las ganas que tiene el COB de terminar de una vez por todas con su misión. Y hacerlo mostrando las señas de identidad que, salvo en el último partido, le han hecho mejorar.