El público de cualquier comienzo de temporada, con inevitable recuerdo a los artífices del ascenso a la ACB
Primer partido de la temporada en el Pazo, ante aproximadamente unos 1.500 espectadores. El último de la pasada fue el quinto contra el Breogán. Las comparaciones son odiosas, pero la realidad es tozuda. Importante contraste.
Encima, el primer rival del COB fue el Melilla, claro aspirante al ascenso, con el escolta Marcos Suka-Umu entre sus jugadores. Uno de los héroes de la pasada temporada, renovación fija en una hipotética plantilla ACB, hasta que los acontecimientos se precipitaron.
Tiempo para la nostalgia. Tiempo para el agradecimiento. El directivo Camilo Álvarez, los políticos Mario Guede y Bernardino González y representantes de la peña 'Siareiros cobistas' entregaron todo tipo de recuerdos a Suka-Umu, así como a sus compañeros Pedro Rivero y Guillermo Rejón, quienes permanecen en el COB. Todos lo recibieron devolviendo el aplauso y cariño al público.
Un público al que le costó despertar, todavía atontado por las circunstancias del club, pero no dudó en vitorear y animar a un equipo -todavía corto en preparación y sin la plantilla al completo- que estuvo hasta 27 puntos por debajo en el marcador, con un demoledor cuarto en el cual apenas pudieron conseguir tres puntos.
Ésa es la mejor lectura. La grada entendió el esfuerzo de unos jugadores cortos en físico -apenas tres semanas de preparación- con los sistemas de juego colgados con alfileres y -ojo- contra uno de los mejores equipos de la LEB Oro de los últimos años. No será fácil acostumbrarse a este nuevo equipo, pero el primer paso está hecho.
