El Obispado de Ourense enfila la fase final del Sínodo Diocesano, un "pulso" a las comunidades ourensanas que reunió durante cuatro años a religiosos y laicos en grupos de trabajo. El objetivo: conocer la situación de la iglesia ourensana y las necesidades de la provincia. José Ángel Mirón, delegado de Acción Caritativa y Social (Cáritas), ha sido el encargado del documento de trabajo "La iglesia en salida", un análisis sobre los lugares y temas de los que la Iglesia está más alejada en la provincia. La despoblación, la llegada de inmigrantes y la cronificación de la pobreza, algunos de los aspectos que aborda el estudio.
"En las iglesias de Ourense hay pocos jóvenes y hay que buscar fórmulas para acercarse a ellos. Hay bajada en sacramentos como el bautismo y el matrimonio, la Iglesia tiene que hacer esfuerzo por acercarse a estas realidades que se empiezan a alejar", adelanta Mirón.
La llegada de inmigrantes
La creación de Unidades de Atención Pastoral (homogeneización de servicios en torno a un centro de referencia en las parroquias despobladas) es una de las claves abordadas en el Sínodo. "Tenemos que abordar cómo atender a tantas parroquias en el rural donde cada vez vive menos gente y cada vez hay menos sacerdotes. Tiene que haber centros de referencia, desde donde uno o dos sacerdotes atiendan a los fieles", explica.
La crisis vocacional es otro de los aspectos tratados en el Sínodo. "Hay que acercar la cultura vocacional, hacer más labor en esto".
En cuanto a la caridad, con una actividad presente en el rural gracias a Cáritas, Mirón repara en la necesidad de aumentar el serivicio ante la llegada de migrantes y el incremento de las personas en situaciones desfavorecidas.
Aumentar la presencia de la Iglesia en las zonas de la "periferia" es otra de las cuestiones abordadas en el documento de trabajo. El incremento de las responsabilidades de los laicos, con más tareas en las parroquias, es otro punto que estudiarán en el Sínodo.
"José Ángel Mirón: El que queda en muchos pueblos es el cura"
¿Qué lectura hace de la bajada de los sacramentos?
En el bautismo influye la despoblación, pero hay un sector de gente más joven o de mediana edad que no se casa ya por la Iglesia. Hay un número de gente joven que está desapegada de la Iglesia.
¿En qué punto está la creación de centros de referencia para unificar parroquias?
Se han creado las Unidades de Atención Pastoral donde dos o tres sacerdotes atienden 15 o 20 parroquias. Se ha empezado a hacer en Verín, por ejemplo. Pero habrá que ir concretando en el Sínodo los siguientes pasos.
Pretenden darle más responsabilidad a los laicos. ¿En qué?
Economía, administración de bienes, preparar la catequesis… Y el aspecto de que un laico cristiano lleve sus valores a la sociedad y a su centro de trabajo. Si es político, a la política.
¿La figura del cura se ha perdido en las aldeas?
Al contrario. Creo que el único que queda en muchos pueblos es el cura, que va todas las semanas. En muchos ya no hay ni farmacia, ni maestro, ni alcalde...
¿Cuál es la crisis más importante de la Iglesia ourensana?
Hay que seguir desarrollando cultura vacacional y la presencia de los laicos en la vida civil.
Han tratado la ecología. ¿Cómo lo aborda la Iglesia?
La defensa del medio ambiente siempre ha estado dentro del ámbito de la fe cristiana. Hay que cuidar del entorno, pero teniendo claro que pasa por el cuidado de las personas. No vaya a ser que de repente sea más importante cuidar una carballeira que a un anciano.
¿Qué ideas del Sínodo supondrán más cambio?
A nivel de reestructuración administrativa, los centros de referencia. Me gustaría también el compromiso de los laicos en el ámbito civil y el ejercicio de la caridad, hay que reforzarla en muchos lugares de la provincia.
