EDUCACIÓN

La provincia salva el cierre de colegios el próximo curso

Educación asegura el futuro de los centros y prevé el aumento de un aula respecto al año pasado

Las escuelas y colegios de la provincia de Ourense estarán a salvo durante el próximo curso 2019/2020. Así lo confirmó ayer la Consellería de Educación, Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional, que publicó la modificación  de las unidades y los puestos de trabajo docentes de los centros públicos de Infantil, Primaria y Educación Especial.

La consellería anunció este lunes el cierre de seis escuelas unitarias –cuatro en la provincia de A Coruña y dos en la de Pontevedra–, blindando así por un curso a los colegios de la provincia de Ourense.  


Expectativas


Las buenas perspectivas de la comunidad escolar de las seis escuelas que menor alumnado tenían el año pasado , las consideradas "en riesgo", se han confirmado y ninguna de ellas tendrá que echar el candado el próximo curso. Ourense revierte una tendencia negativa que la última década obligó a cerrar siete escuelas, la última de ellas la escuela infantil de Paderne de Allariz, el curso pasado.

Las noticias son buenas en la provincia incluso en cuanto a las aulas, ya que el próximo curso se ganará una, contraviniendo de la tendencia de los últimos 10 años, un periodo en el que  se perdieron 72 unidades didácticas. 

Para el nuevo curso, la Xunta de Galicia anuncia la supresión de cinco aulas y la creación de dos, lo que arroja una saldo negativo de tres unidades. Sin embargo, la dotación de cuatro habilitaciones –que no son creaciones– pero que se usan para " o suposto de desdobramentos de aulas cando existe un incremento puntual ou circunstancial do número de alumnos pero non hai perspectivas que garantan que esa situación se consolide nos vindeiros anos", según indica la propia consellería. 


Pontevedra, la que más pierde


Pontevedra es la provincia que más unidades educativas pierde el nuevo curso (-35), seguida de A Coruña (-3). En Lugo ganan hasta tres aulas. Ahora, quedarán en la provincia de Ourense 692 aulas repartidas a lo largo de 70 concellos, a expensas de poder ampliarse a 696 en caso de repuntes del alumnado en determinados centros educativos. 


Seis colegios que aseguran su futuro


Los colegios del rural que vivían con el temor de no llegar al mínimo de seis alumnos matriculados –cifra que exige la Xunta para mantener abierto un centro educativo– tenían claro ya que se mantendrían abiertos tras el cierre del periodo de matrícula. El pasado curso, eran seis las escuelas  que menor número de matriculados  tenían: Vilariño de Conso, Beariz, Baltar, Sarreaus, Punxín y Taboadela. En Vilariño de Conso aseguraron su futuro con la entrada de tres alumnos, llegando a un total de nueve. Los datos son esperanzadores para frenar la marcha de alumnado al colegio de Viana do Bolo. En Punxín entran cuatro niños de tres años, por lo que aseguran también la ratio mínima. En Taboadela, entran 5 y se van otros tantos, quedándose con nueve alumnos. En Sarreaus también se mantienen, y en Beariz entra solo un niño y renuevan nueve, por lo que se quedan 10. 

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