El Velle, ganador de cinco ediciones de la Copa Diputación, dio un paso de gigante al vencer al Sporting Celanova
El fútbol no sabe de justicia y sino que se lo pregunten al Celanova que, a pesar de un gran despliegue, acabó perdiendo 0-2 ante un Velle que tiene de su mano el disputar una nueva final de Copa Diputación entre equipos de Preferente y Primera Galicia.
Con mucho ímpetu salió el cuadro local sin importarle la categoría del rival que tenía delante y dispuso de una magnífica ocasión de encarrilar la semifinal. Carlos empujó dentro del área a Miguel Vilachá cometiendo un penalti que desperdició Juan al lanzarlo demasiado alto sobre el larguero.
Le costó al Celanova tratar de digerir el momento, mientras que el Velle buscó aprovechar el bajón anímico de su oponente para sacar tajada. Dani Arbo intentó controlar la zona de gestación y Noel tratándo de darle salida rápido en busca de Camba y Varandela.
Sin embargo, dos acciones a balón parado y en un espacio de cinco minutos posibilitaron al Velle tener el partido a su merced.
Una falta ejecutada por Ocampo sacó se vio favorecida por el arrugue de la barrera alojando el balón junto al palo izquierdo ante la desesperación del portero David Sotelo. Era el 0-1.
El segundo golpe certero de los visitantes nació de un saque de esquina lanzado por Noel que encontró la cabeza de Guede que, peinó el balón introduciéndolo contra el palo derecho y poner el 0-1.
Más tarde, de un centro raso del lateral Otero surgió el disparo algo desviado de Dani Arbo.
En el segundo tiempo, el Celanova salió decidido a recortar distancias, aunque sabiendo que se exponía a alguna contra del Velle.
La presión que fue ejerciendo el conjunto blanquiazul fue en aumento, donde la labor de Álvaro, Pulpi y Miguel Vilachá cobró una mayor dimensión en su juego.
Los balones llovían sobre el área del Velle, cuyo mayor susto, tras una serie de rechaces, fue un buen cabezazo de Álvaro que Ocampo salvó bajo palos. Más tarde, Miguel Vilachá probó suerte, pero su disparo de desvió sobre el larguero.
El rey de copas aguantó a pie firme y se llevó de San Rosendo medio billete hacia O Couto.