Opinión

Enterrar el futuro

En cualquier parte donde imperase un mínimo de sentido común la propuesta de arramblar con más de 300 hectáreas productivas de cereal y de patata de calidad amparada para instalar una planta de extracción de feldespato, que generará menos de 20 empleos y un impacto ambiental que convertirá la zona en irrecuperable, jamás hubiera sido tenida en cuenta. Aquí sí. Los afectados que siguieron en el pleno el unánime rechazo de la Diputación a esta aberración pasaron, lo sé, gran parte de su vida en la emigración para después retornar y darles a sus hijos un futuro en su tierra natal, en la agricultura la mayoría; una apuesta que ahora peligra por un sin sentido. Ayer, una ministra alemana calificaba de golpe de suerte para su país la llegada de inmigrantes preparados. No me extrañaría que acabaran otorgando la Cruz federal al mérito todos los miembros de la Xunta por los servicios prestados.

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