Como el lector recordará, no hace mucho tiempo que comenté el libro de la doctora Blasco titulado "Morir joven a los 140 años", y aún reconociendo los efectos de la telomerasa producida por las dosis de raíz de astralago, sobre los telómeros y por lo tanto su capacidad para ralentizar el proceso de envejecimiento, como se ha demostrado con ratones, y con seres humanos, en cuanto a la observación de la conservación del tamaño de los telómeros.De todas formas falta aún por demostrar su eficacia a través de los años venideros, pues aún no ha pasado el tiempo suficiente para dicha comprobación. Por el contrario, en China hace más de 5.000 años que se ha investigado cómo vivir con más salud y más años, y los resultados efectivamente confirman las previsiones de la doctora Blasco, e incluso en algunos casos las superan, pero desde luego, aunque el astrágalo es una planta abundante en China, los chinos siempre la han usado para hacer una sopa nada más, y no en dosis concentradas de su raíz, además todos los chinos extraordinariamente longevos y con buena salud son los que practican diariamente el camino del Tao, es decir la antigua Alquimia Interna, hoy más conocida por alguno de sus derivados, como el Chi-Kung y el tai-chi, pero que durante mucho tiempo se mantuvo en secreto.
En el Chi-Kung el origen de la enfermedad se considera que proviene, siempre, de un desequilibrio del flujo de la energía interna (chi), que recorre nuestro cuerpo sutil continuamente, y repercute en alguna parte de nuestro cuerpo físico. Esta disfunción energética a su vez, está motivada o bien por factores externos: Una vida colmada de excesos en comer, beber, sexo excesivo... o por factores internos: Estrés emocional, estrés oxidativo... El desequilibrio energético que se puede producir con emociones negativas, que dan lugar a la ansiedad, angustia, depresión, compulsión-obsesión… que muchos padecen pero no quieren reconocer, y que da lugar en primer lugar a un desequilibrio en el sistema nervioso neurovegetativo, simpático-parasimpático, conocido como "distonia neurovegetativa", que por lo general crea una mayor excitación en el primero, que ya de por sí es el que estimula los latidos cardíacos, y todo el tono vital de los demás órganos, por lo que estos se ven sobreexcitados. De aquí a la aparición de la enfermedad en uno de ellos o más, solo es cuestión de tiempo e intensidad y constancia de la emoción generadora.
Los remedios de la medicina alternativa o los medicamentos de la farmacológica pueden curar los síntomas de la enfermedad o con la cirugía incluso eleminarlos, pero a costa de sufrir efectos secundarios, que pueden llegar a causar otros problemas de salud en aquellos casos, o efectos especiales y negativos en estos, como ocurre con el "miembro fantasma", cuando se tiene que amputar algun miembro. No hay una verdadera sanación porque las causas originarias de la enfermedad, el desequilibrio energético, no se ha restablecido.
En el chi-kung se defiende la hipótesis científica, aquí ya constatada históricamente, de la doctora Blasco, de vida saludable hasta los 140 años, pero no solo por tomar unas pastillas, sino sobre todo por saber gestionar la propia salud según, sutilmente, nos indica nuestra propia naturaleza interior y profunda, que es la misma que la del Tao o del Cosmos. Se trata más de reconocer, sintiéndolo, mediante la práctica psicofísica de determinadas técnicas, la existencia de lo que es la "esencia material" (jing), "la energía vital" (chi) y el "espíritu de vitalidad" (shem), manifestándose en nuestro propio cuerpo, que de una teoría o creencia religiosa.
La esencia material está constituída por las enzimas y hormonas que hacen posible la vida bioquímicamente. La energía vital es lo que distingue a un ser vivo de uno fallecido. Hay dos tipos, la prenatal, que es la heredada de los padres y es fija para cada persona y la postnatal que proviene del aire y los alimentos
La primera tiene la polaridad yin (suave, fría, femenina...), se asienta en el "hara" (bajo el ombligo), la segunda es la polaridad contraria, yang (dura, caliente, masculina...) y se asienta en el plexo solar. La transformación de lo material en energía vital, es imprescindible para la vida. En las personas normales se realiza automaticamente e inconscientemente, pero en los practicantes de chi-kung se toma consciencia del proceso y se multiplica esta transformación, a través de las técnicas wai-dan y nei-dan que le son propias. De este modo y practicando diariamente, se puede llegar a acumular en los mencionados centros energéticos una gran cantidad de energía, muy superior a la normal. Pero una gran cantidad de energía vital almacenada, no resuelve el problema de una buena salud, con capacidad inmunólogica superior y funcionamiento óptimo de todos los organos vitales, si no se pone en circulación por todos los canales de energía del cuerpo. Es como si se tuviera mucha sangre disponible pero no circulase. En el chi-kung avanzado es con la técnica de la "órbita microcósmica", como se consigue esta gran circulación energética y en consecuencia una salud óptima. Continuando con la práctica diaria y ya a edades avanzadas se puede continuar con buena salud, aunque no sea óptima.
Al llegar a estas edades, si se quiere alcanzar una mayor longevidad y con buena salud, hay que practicar también una alquimia más profunda denominada "Lavado Médula cerebro", expuesta en el segundo documento de Bhodhidarma, con este mismo título. Esencialmente consiste en realizar la transformación de la energía vital (chi) en energía espiritual (shen), dirigiéndola, con la meditación de visualización, a través de la médula, hasta la residencia del shen en el cerebro, pero para la realización de esta técnica se recomienda la supervisión de un instructor experimentado.
Además del logro de la longevidad verdadera, pues la longevidad normal se considera una vida acortada, por no saber almacenar y mantener la energía vital y espiritual en sus respectivas residencias, a partir de aquí se abre la consciencia hacia la iluminación espiritual.
Todavía quedan aún dos fases para completar la Alquimia, pero ya pertenecen al mundo del espíritu exclusivamente.
