Opiniones de Antonio Carreño

Ora et laborat: la abadía de Getsemaní

La mañana era tibia, soleada. A lo largo de la autovía, las extensas praderas cercadas con vallas blancas, y en grupos, una yeguada de robustos cabellos con sus potros; a veces a lo lejos, uno solitario, paciendo ensimismado, tal vez en metafísica lectura con la fina hierba que iba paciendo. La…