Treinta y cinco, edad estupenda para un poeta. Los cumplo hoy, tarde, mal y a rastro. Y arrastro, de hecho, cumplidos y males, a partes iguales. Que somos los poetas incapaces de entregarnos al solaz de la rimita, sacando siempre nuestra varita. Leo en tan señalada onomástica la…
calendar_today 13/jul./16