En esta palabra que, sin ser al uso, es correcta en su formación, mediante un prefijo (des) y un sustantivo (alegría) y "no todas la palabras bien construidas se hallan en el Diccionario", en explicación del periodista Alex Grijelmo, se podría enmarcar el sentir de los seguidores del COB el sábado.
"Desalegría" pero sin que ese pesar fuera causado por un desengaño por cuanto por potencial y preparación el conjunto lucense va muy por delante del ourensano. Como no es motivo de desencanto, por intrascendente cualquier resultado que se pueda dar para un COB que parte con el objetivo cumplido y firmado de antemano.
"Desalegría" por el modo de emplearse en cancha por parte de quienes deben ser conscientes de que no se trata solo de recoger los frutos del trabajo de quienes les han precedido. Si no de darle la continuidad precisa como futuro equipo, que es, de la ACB. Excusable en lo físico, por lo atípico de la pretemporada, no lo es tanto en cuanto a la lectura del juego. Lo que fue capaz de hacer el Breogán desde ese primer momento donde Samb fue capaz de concentrar la lucha bajo tableros y bien secundado por Wright.
Lo que no fue capaz de hacer el COB. Toda vez que Rivero no puede ser indefectible, Kapelan no acertó con sus lanzamientos y bajo canasta alguien debe decirle al excéntrico Agbelese que el balón se puede coger con las dos manos, que Rowley debe acelerar en su aprendizaje o que el entusiasmo de los más jóvenes no es cuestión de un mayor o menor acierto anotador. Solo "desalegría" que no decepción. El "COB es de ACB" y desaparecerá el prefijo (des).
