Opinión

Traidores no, gracias

EUnas sencillas y simples elecciones internas para elegir al presidente provincial del PP ourensano se han convertido en un posible sunami político. Hace tres meses, el señor Baltar Blanco anunció el deseo de presentarse como candidato provincial al PP condicionándolo a la no presentación de su padre. Todos callaron y José Luis Baltar no deshojó la margarita continuista hasta un último momento. Con la puerta casi cerrada para penetrar en la historia del PP, presentó su candidatura un tal Jiménez Morán, alcalde de Verín y consejero de la CRTVG desde hace años a propuesta del señor Baltar padre. Las viejas heridas de las contiendas políticas, aquellas que quedan cerradas de manera más falsa que el oro de una medalla deportiva modesta, se han ido abriendo.


Llegó el momento de presentar firmas y J.M. Baltar se salió, más de 3.700 había conseguido en tiempo récord. Se votaron los compromisarios y el respaldo volvió a ser abrumador: 805 para Baltar Blanco, al margen de otros 175 duplicados que renunció a presentar, posibilitando que su oponente formalizase la candidatura.


Y sin embargo, Jiménez Morán sigue especulando con la victoria, que viene a ser lo mismo que especular con la traición, porque sólo con 200 traiciones sería factible su objetivo, y el mero hecho de especular con esa posibilidad representa una falta de respeto hacia los militantes que han comprometido su voto y transmite a la opinión pública una imagen de la clase política totalmente deleznable, de gente sin principios y sin otra premisa que la de servirse del poder, arrimándose al árbol que más fruto pudiese dar y sin importar la palabra dada, los principios o la propia moral.


Por otra parte, ojo al dato, si hubo llamadas o conversaciones prometedoras induciendo a la traición, pudieron ser grabadas y por ‘arte de magia’ aparecer en cualquier momento para desacreditar al PP ante un futuro proceso electoral, un nuevo ‘Gurtellillo’ con prebendas tan a la medida como los trajes valencianos. ¡Ah! las conversaciones en interior de coche y en espacios abiertos también pueden grabarse.


¡Temblad traidores, las carga el diablo! y a todo esto ¡a mí qué coño me importa!

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